Tú... yo... matemática

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Tiempo había pasado desde que los muchachos decidieron volver a ser amigos en aquella biblioteca, ambos habían manejado la situación demasiado bien, procuraban no quedarse solos muy a menudo debido a la tensión sexual que existía entre los dos, no eran tontos, lo

sentían, pero de todos modos eran amigos así que de vez en cuando amaban pasar tiempo en casa del otro sin que alguien los molestara, también Jinyoung asesoraba a Im Jae Bum, ya no era toda la semana, habían logrado conseguir que las asesorías fueran únicamente los fines de semana, otra cosa interesante era que Jinyoung se había conseguido una bonita novia y se consideraba muy feliz con ella, además de eso nada había cambiado, seguían conviviendo con normalidad, como si ellos nunca hubiesen hecho el amor, como si no se gustaran, y es que, como seguían diciendo, ninguno de los dos era gay, ¿o sí?

Un muy estresado Im Jae Bum se encontraba en el escritorio de su habitación intentado entender la mierda que tenía en el cuaderno, era algo de matemática pero realmente no tenía ni puta idea de cómo se resolvía, el quería pasar la materia tenía que recurrir a su arma secreta: Jinyoung. 

Marcó el número de su amigo en el teléfono y esperó a que sonara, al tercer timbre la ronca voz del pelinegro se escuchó.

—Im Jae Bum, ¿qué carajos quieres a estas horas de la madrugada? —Le reclamó del otro lado de la línea, Junior odiaba que le interrumpiesen su sueño, sobre todo a las dos de la madrugada.

—Tú... yo... matemática —Fue su excusa. Y es que su examen era al día siguiente, no podía esperar más.

—¿De verdad me vas hacer esto de nuevo?

—Eh, ¿sí?

—Mierda, estaré allá en diez —Le dijo y con esto cortó la comunicación, diez minutos después el mensaje de Jinyoung diciéndole que estaba en la puerta de su casa llegó. Bajó a toda velocidad abrir.

—Llegaste —Dijo en un susurró Im Jae Bum para que sus padres no se despertaran.

—Y te va costar.

—Haré lo que sea —El tono de Im Jae Bum siendo un poco mucho sugerente

—Sólo subamos—Con esto ambos chicos subieron a la habitación donde el más bajito tomó asiento frente al escritorio de Im Jae Bum y analizó los ejercicios, el más alto se inclinó por detrás de él posando la barbilla en su hombro, sintió al contrario estremecerse.

—¿Y bien? —Preguntó un curioso

—Pues son ejercicios muy sencillos, no puedo creer que no puedas hacerlos —Junior volteó su cara de modo que la de Jae Bum y la de él quedaron lo suficientemente cerca como para sentir el aliento del otro.

—Es que son difíciles para alguien que tiene poco intelecto.

—Yo te enseñaré —Soltó con dulzura pese a que estar ahí lo jodía de muchas formas.

—Entonces comencemos.

Pasaron aproximadamente un par de horas desde que habían comenzado a estudiar, eran casi la cuatro de la madrugada.

—Aún no me creo que no puedas entender lo que te explico —Soltó algo irritado.

—¡Hey! —Se quejó—. Sí entendí algunas cosas, por ejemplo, aquí —Señaló un área de su cuaderno— Tengo que sumar y luego con mi transportador-

—¡¿Transportador?! —Bufó molesto el pelinegro

—. ¡Son ecuaciones!

—¿No estábamos sacando ángulos?

—No, Im Jae Bum, no estamos sacando ángulos.

—Lo lamen-

—Ni se te ocurra, esto no tiene perdón —Dramatizó Jinyoung interrumpiendo al otro.

Im Jae Bum se levantó de la silla frunciendo el ceño y recostándose en su cama, lo irritaba que fuera un completo cabeza hueca, lo irritaba que no pudiera entender la mierda esa, lo irritaba tener a Junior para él sólo y no poder besarlo, lo irritaban muchas cosas sin importancia.

—Oye, entiendo que estás frustrado —Jinyoung comenzó sentándose en el borde de la cama, cerca de donde su amigo estaba recostado— Escucha, esto es fácil pero tienes que poner atención, sé que puedes —Sin avisarle Jinyoung se inclinó y le besó la frente con ternura, Im Jae Bum se limitó a cerrar sus ojos y disfrutar del tacto.

—¿Te quedarás a dormir lo que resta de noche? —Preguntó el mencionado mirando esos hermosos ojos negros, era asombrosa la capacidad que tenía para perderse en ellos.

—Sí, de todas formas no quiero llegar a casa

—¿Por qué? Tu casa es fabulosa, además vives solo, eso es genial.

—Es que... —Junior se rascó la nuca nervioso—. Lo que sucede es que Eunha está ahí, la dejé durmiendo —Miró con culpabilidad a su amigo sin saber por qué se sentía de ese modo tan horrible, como si lo hubiese traicionado.

—Oh, Eunha. Eunha era la hermosa, sexy, increíble, fabulosa y perfecta novia de Jinyoung, la había conocido en un restaurante en el que ella era la camarera, de pura casualidad, ese día a la preciosa chica le tocó atenderlo, resulta que Eunha podía ser perfecta pero eso de anotar su número de celular en la cuenta de cualquier chico que le parecía guapo no era de una 

"señorita", de todas maneras había funcionado porque Jinyoung llamó al teléfono que tenía anotado, desde la primera cita comenzaron a salir y desde ese día habían estado juntos.

—Sí.

—Entonces será mejor que te marches, debe estar esperándote —Im Jae Bum giró su cabeza hacia un lado mostrando indiferencia pero también la piel de su cuello. Junior puso un poco de atención al cuello de su amigo, y notó que la piel lucía suave, si se lo proponía podía dejarle un buen chupetón con facilidad. Sacudió un poco la cabeza para despejar su mente. "Sólo amigos" Se tuvo que recordar.

—Realmente no quiero irme es que... quiero quedarme aquí contigo —su voz era insegura y temerosa, ¿qué pasaba si Im Jae Bum lo rechazaba? Por su parte Jae Bum no pensaba rechazarlo, claro que no, Junior le había dicho que prefería quedarse con él en lugar de Eunha o al menos eso le había dado a entender.

—Yo también quiero que te quedes, ven aquí — palmeó un lugar en su cama justo al lado de él para que Jinyoung se acostara.

El bajito rió, se acostó junto a él después de haberse sacado la camisa y haber apagado las luces, lo abrazó para luego hundir su propia cara en el cuello de Im Jae Bum. Tal vez ese tipo de acercamientos no eran los que un par de amigos comunes se darían pero ambos sabían muy en el fondo que después de lo que pasó nada sería igual. Siempre y cuando no tuviesen sexo todo estaría en orden.

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No me gustan los hombres,Solo me gustas tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora