Entras en casa y te encierras en el cuarto de baño.
Quieres gritar o dar un golpe al espejo, porque sabes perfectamente que se va a malinterpretar todo lo que ha pasado y saldrás tú como perjudicada. Sin mayor consuelo, te mojas la cara y te obligas a respirar hondo.
Con miedo, coges tu móvil y revisas twitter.
No tardas ni dos segundos en encontrar lo que buscabas: miles de tweets hablando de lo violenta, maleducada y grosera que es la novia de Michael. De hecho, hay varias personas que aseguran que tú te estabas metiendo con tu novio y no con el fotógrafo. Algunos creen que esto es una clara señal de ruptura amorosa y se alegran.
Nadie, para tu sorpresa, se ha parado a pensar que, tal vez, te estaban molestando a ti.
Por supuesto, eres humana y actúas impulsivamente. Sin embargo, ¿nadie se da cuenta de ello? ¿Nadie piensa que eres una persona normal y corriente que merece tener espacio y libertad?
Apagas el móvil.
No quieres seguir viendo todos esos ataques.
Nadie estuvo en ese momento a tu lado para ver que no merecías estar ahí. Nadie escuchó lo que te dije el paparazzi ni sintió la rabia que da ser fotografiada cuando no quieres.
No eres famosa.
No quieres serlo.
Solo eres la novia de Michael.
Revisas la hora del reloj y te sorprendes al ver que, una hora después, Michael no te ha llamado, ni te ha mandado un mensaje, ni te ha visitado.
¿Significa eso que le está dando la razón a todos los demás?
Mierda.
A lo mejor ya no eres la novia de Michael.
¡Hola! 60 votitos y subo siguiente parte. - Aleave