Corres al baño y vomitas.
Es la segunda vez en esta semana que la comida te sienta fatal, dándote fuerte dolores de estómago e intensas nauseas.
Cansada, te apoyas en el váter y respiras hondo, calmando las ganas de seguir vomitando.
- ¿Estás bien?
Levantas la vista y ves a Calum. Está preocupado.
Asientes, aunque es mentira.
- ¿Quieres que llame a alguien?
- No hace falta, Cal.
Asiente y se cruza de brazos, nervioso. Por su gesto facial, está dándole vueltas al asunto, probablemente debatiéndose entre llamar a su madre para que le explique qué debería comprarte en la farmacia o prepararte una infusión.
Te levantas y sonríes sin ganas. Él se acerca y te agarra de la mano, sacándote fuera de la habitación. Te mete en la cama y te tapa, mirándote con el ceño fruncido.
- ¿Qué?
- Nada.
- ¿Por qué tienes esa cara?- preguntas, cansada.
- Es solo que me preguntaba una cosa que no creo que sea.
- ¿El qué?
- Verás... ¿cuándo te vino la regla por última vez?
En ese instante, el estómago te da una sacudida.
¡Hola! Siento la demora pero he estado ocupada. Desde aquí aprovecho para avisar de que este fin de semana subiré capítulo nuevo a mi fanfic de Calum.
60 votitos y subo la siguiente parte.
Te invito a comentar, seguirme o votarme si no lo haces ya :)
Cuidaos,
Aleave
