Has comido tanto que la barriga te va a estallar.
- ¿Cuánto cuesta?
- Veinte.- murmura Michael poniendo un billete en la mano del camarero.
El encargado se marcha con el dinero en su posesión y tú te quedas con los brazos cruzados, respirando hondo, preparándote.
Ha llegado el momento.
Esperas unos segundos y, cuando ves que Michael te mira y sonríe, te sientas rígida en tu silla y sonríes con los ojos muy brillantes.
- ¿Me lo vas a decir ya?
- Vale.
Nerviosa, esperas a que saque una pequeña cajita de su bolsillo. Instintivamente, te levantas y esperas a que él se arrodille.
Vas a estallar de emoción.
- No te levantes, preciosa.- dice él, sentado.- No hace falta. Toma.
Te sientas rápidamente y coges la caja.
Dentro hay un reloj.
Un reloj.
No es un anillo de compromiso.
- Lo he conseguido gratis en el mercado.- se ríe.- ¿Te gusta? Tengo que sacar una foto de tu muñeca con él, de todos modos. Es parte del trato: me lo llevo gratis si les hago promoción.
Tienes que contener las ganas de llorar.
¡Hola, preciosidades!
Voy a dejaros mi correo por aquí: aleavecontacto(arroba)gmail.com
No me deja colocar la arroba porque se vuelve loco y busca contactos.
En este correo podéis escribirme para lo que queráis. Hace un tiempo también lo di y estuve hablando con dos chicas que me pidieron consejo y necesitaban desahogarse. Para mi fue un chute de alegría ver que había ayudado a dos chicas a sentirse mejor consigo mismas, así que estoy deseando volver a ayudar.
No sé curar, solo sé escuchar, dar mi opinión, animar y apoyar. Es decir, no estoy dando mi correo porque me crea médico y vaya a curaros vuestros problemas, pero creo que a veces viene bien saber que hay alguien que está dispuesto a escucharos sin prejuzgar y tratar de ayudar. Por supuesto, de modo confidencial y privado.
Pues eso, no dudes en escribirme si necesitas hablar con alguien o simplemente mandarme un correo con cualquier detalle o bobería.
Yo os leeré encantada.
Un beso,
Aleave