Es tu primer entrevista de trabajo.
Las demás aspirantes lucen tranquilas y seguras. Tú, por el contrario, estás hecha un manojo de nervios. Disimulando, observas a cada una de esas chicas. Son preciosas, atractivas y simpáticas.
Tal vez la directora de la empresa no tenga en cuenta la belleza de sus aspirantes, pero te sientes muy insegura ahora mismo al pensar que no tienes ni punto de comparación con las demás.
Necesitas sentirte guapa de nuevo.
Disimuladamente, mandas un mensaje a Luke.
Luke, socorro, no me van a coger.
Al segundo, te contesta:
¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
Son todas preciosas y magníficas. Cuando me vea se va a reír.
No seas tonta, anda. Tú también eres preciosa.
Además, si no me crees, mira lo pasa cuando pienso en ti.
Intrigada, observas la pantalla para ver qué es lo que está haciendo.
Al segundo, te envía una foto.
Es un nude.
¡LUKE, AQUÍ NO!
Corriendo apagas el móvil