Dejas la comida china en la mesa y corres al sofá, saltando sobre tu novio. Él, al segundo, se molesta y te aparta.
- ¿Qué pasa?
- Estaba esperando a que llegases a casa para hablar.
Te pones de pie y sonríes. Es el chico menos serio del mundo y esperas cualquier broma. Al ver que su cara no cambia, te pones nerviosa.
- Sabes que me voy a pasar cuatro meses fuera, ¿verdad? - Asientes - Y después es posible que me vaya a Londres a grabar durante otros tres meses.
No sabías que estaría tantos meses fuera.
- ¿A qué quieres llegar?
Se pone de pie, te sujeta de los hombros y besa tu frente.
- Quiero romper.
Se te cae el alma a los pies.
- ¿Por qué?
- No me gustan las relaciones a distancia.
- Eso es una escusa barata. - se te humedecen los ojos. - No es la primera vez que pasamos meses sin vernos.
- Sí, pero no por eso me gusta... Lo siento, pero es mejor estar separados. No soporto llevar esta relación a distancia, es muy difícil contigo.
- Pero...
Lleva su dedo a tus labios, callándote. Señala las tres maletas que hay junto a la entrada, las cuales no habías visto, y sonríe dolido.
- Me voy a casa de Luke.
Se marcha.
Sin más.
Ni un abrazo, ni un beso, ni una despedida en condiciones.
Adiós, Michael
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