La vida junto a Mike es mucho más fácil desde que ambos compartís piso. No hace falta más que un suspiro ahogado, un chasquido de lengua o incluso una mirada perdida, para captar su atención. En ese momento, en el que tú estás convencida de que es capaz de leer tus pensamientos y decides disimular, saldría de la habitación con el ceño fruncido. Y regresaría cinco minutos después, callado y con su peculiar mirada cargada de secretos.
Lanzaría su móvil a tu regazo.
- Nos he reservado un fin de semana de retiro.
Y así, sin más, un día malo se convertiría en una oportunidad para pasar un maravilloso fin de semana junto al amor de tu vida, lejos de la ciudad, de tus problemas y de todas las preocupaciones.
¿Hay alguien ahí? ¿Me sigue leyendo alguien? JEJEJE