Luke es un buen chico. Eso no lo puede negar nadie. Es la clase de persona que te ayuda a cruzar la calle, que te recoge las bolsas si se caen al suelo, que te regala esa blusa que viste en el escaparate y que te hace sonreír si estás mal. Es verdad, es un buen chico. Pero dista mucho de ser un buen novio.
Estabas acostada en la cama, leyendo tu novela favorita, cuando entró a la habitación. Se cruzó de brazos y te miró con el ceño fruncido. Estaba nervioso, se le notaba.
- ¿Qué?
- Tengo que hablar contigo.
Pensaste que te hablaría a cerca de la cena que haríais al día siguiente con la familia. Sonriendo, te sentaste y asentiste, dejando que hablara.
- He conocido a alguien.
Así, tal cual.
- ¿A qué te refieres?
- He conocido a otra chica...
Se te cayó el alma a los pies. Luke, el mismo que te había dado un beso hacía una hora. El mismo que te tenía preparado el desayuno en la cocina, como todos los días. Luke, tu novio de hace años.
- Es una broma. - afirmaste, aunque más bien era una pregunta.
Negó y se mordió el labio, nervioso.
- Lo siento.
Y se marchó.
Te dejó sola, llorando, en un piso que compartías con él.
No te lo podías creer.
¡Hola! ¿Qué tal todo? Intentaré esta semana subir capítulo en mi fanfic de Calum.
Cuidaos,
Aleave
