Capitulo 9

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Balthazar esperaba a sus padres en la casa desde que había llegado hacia una hora, más o menos. Mientras esperaba, había decidido hacer la tarea que había en Geografía para poder repasar un poco para el examen. Debía pensar cómo preguntarles sin ser del todo directo, ya que sus padres no se lo iban a tomar muy bien si sabían que Lucifer estaba en el grupo para ir; pensar en eso lo desestabilizaba por completo. ¿Tanto odio le tenían sus padres a su novio? ¿O es que era algo más? Él trataba de creer que era lo segundo, antes de creer que ellos lo odiaban sin tener ningún motivo valido para hacerlo.

Amelie no se iba a mostrar muy entusiasmada si lo sabía, y ni hablar de Damien, pero ya se estaba volviendo algo a lo que Balthazar estaba acostumbrado, podría decirse. A pesar de saber que ambos tenían casi un año de estar saliendo, nunca pudieron hacerse bien la idea de tener un hijo gay, así como tampoco podían dejar de pensar en lo que dirían algunas personas de su trabajo, que eran casi igual de cerrados que ellos dos. Damien hasta podía llegar a decir abiertamente que él no era su hijo, así como una vez se lo dijo en la cara al rubio. Si ya lo había hecho una vez, nada quitaba que lo hiciera de nuevo. Y eso... eso lo mataba.

Cuando terminó de hacer las cosas, llevó las cosas a su cuarto y cuando estaba bajando nuevamente, su mamá cruzó la puerta, mientras dejaba salir un suspiro cansado.

—Bienvenida—dijo el menor, terminando de bajar las escaleras.

—Hola, hijo—respondió con la voz cansada.

— ¿Mucho trabajo?—preguntó, para no ser tan brusco con las cosas.

—Más o menos—respondió, dejando sus cosas en el sofá. Les quedaba esperar hasta la noche, cuando su papá regresaba de trabajar.

—Mamá, quería preguntarte algo.

—Dime—exclamó.

—Los chicos querían hacer un viaje el sábado. Nos iríamos en la tarde y volveríamos el domingo a la noche. Quería saber si puedo ir.

— ¿Quiénes van?—interrogó.

—Pues... Gabriel, Castiel, Kali, Anna y dos amigos más. Dean y Sam Winchester—respondió. Sabía que si decía que Lucifer iría, ellos no iban a permitirle hacerlo.

— ¿Sólo ellos?—siguió la mujer. Su hijo asintió—. Si es así, no tengo ningún problema.

Balthazar soltó un pequeño suspiro de alivio y le agradeció a su madre por dejarlo ir, antes de volver a su cuarto. Se sentía un poco mal por mentirle, pero de verdad que tenía ganas de salir con ellos y poder despejarse de todos sus problemas. No le gustaba mentir, pero iba a tratar de no sentirse mal por eso.

Tomó su celular y mandó un mensaje al grupo que tenían—en el que no estaban Dean y Sam— para decirles que iba a poder ir al viaje. Respondieron de manera bastante animada. Ellos querían que fuera. Les quedaba esperar al sábado.

Se quedó mirando el techo. Luego de cinco minutos, sacó el cuaderno de su mochila y escribió un poco más.

Me hace sentir bien el simple hecho de que mamá me deje ir a ese viaje. Queda saber que dirá mi padre, pero estoy seguro de que me dejará si no se entera de que Lucifer está en el grupo. Como deseo que un día puedan aceptarlo. A pesar de su nombre, no es mala persona, aunque hay veces que puede tener sus arranques. Algunos algo violentos. Pero bueno, no es algo que quiero mencionar mucho. De verdad espero que mi papá también esté de acuerdo con que vaya.

No recordaba mucho de ese día para poner. Ni siquiera la cosa más simple, por lo que volvió a guardar su cuaderno y se puso de costado en la cama. Pero cuando lo hizo y llevó una mano a su codo izquierdo, le dolió un poco. Se levantó, fue hasta el espejo que tenía y se quitó la chaqueta negra para comprobar que tenía. Era un moretón. No recordaba haberse golpeado ese día. Pero sí recordaba que Daniel lo había pateado.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora