-¡Estoy muy cansado! -gritó Ney al aire -¡llevamos horas andando!
-Solo aguanta un poco más -respondió Peegen- pararemos de aquí a un rato a descansar y comer.
Ney resopló pero a parte de eso no volvió a quejarse, en el fondo sabía que no le serviría para nada. Parecía que los únicos que no estaban cansados eran Peegen y Krez, incluso Astrid se sentía rendida. Llevaban un día y medio en el túnel, sin ver ni la mínima luz del sol. Solo Peegen, que era la que conocía más o menos los tramos del camino, podía llegar a saber, el tiempo que había transcurrido desde que habían entrado allí.
Al cabo de un rato llegaron a una gran estancia en la que desembocaban cuatro pasillos diferentes, el techo formaba una cúpula y hacía que pareciera muy amplia aunque solo fuera a la luz de una antorcha.
-Pararemos aquí -dijo Peegen mientras se quitaba la mochila y la lanzaba al suelo. Todos se sentaron agotados y poco rato después empezaron a preparar un fuego para cocinar la cena.
No habían dicho ni una sola palabra desde que habían llegado a la sala, estaban demasiado agotados, ni siquiera podían sacar fuerzas para hablar. Así que se sentaron a comer en silencio en el centro de la estancia.
-¡Que mal hueles! -dijo Ney a Astrid haciendo cara de asco. Este se sentaba a su lado -lo siento, es que es un olor muy estraño -todos rieron. Astrid se olió la ropa que llevaba:
-¡Qué asco! ¡Huelo a Zaharkek! -dijo riendo.
-¿Es que hay olor a eso? -respondió Nyx, con cara de incrédula.
-Supongo -dijo Astrid -así es como huelen todos ellos.
-Pues no creo que se laven mucho -dijo Krez. Todos rieron y siguieron comiendo.
-¿Qué es? -preguntó Aure antres de llevase su comida a la boca.
-Mejor no quieras saberlo -respondió Myrth en tono burleta. Peegen le dió un coscorrón y todos ellos volvieron a reir.
Ya estaban acabando su comida cuando empezaron a sentir unos ruidos raros provenientes del pasadizo por el que habían llegado.
-¿Qué ha sido eso? -todos pararon de comer y escucharon si moverse o hacer ruido alguno. Volvieron a escuchar los pasos, esta vez estaban mas cerca que la anterior.
-No hagáis ruido -Astrid se levanto lenta y sigilosamente y apagó la fogata que ardía en el centro de la sala. Los ruidos cada vez eran más cercanos.
-Vamos, recogedlo todo -dijo en voz muy baja, lo recogieron todo y lo empezaron a meter en las mochilas.
Krez miró hacia el túnel, pudo distingir un pequeño puntito de luz a lo lejos, y cada vez se acercaba más, y más, y más. Empezó a distinguir cuatro siluetas, marcadas por una luz muy brillante.
-És una luz de vitrio -dijo Astrid -són ellos, nos han encontrado. No hagáis ningun ruido, sobretodo...
-¡¡¡Aaaayyyyy!!! -gritó Myrth -¡¡mi pie!! -le había caído un leño en el pie y no había podido aguantar el dolor.
-¡Allí están! -oyeron que gritaban los Zaharkeks -y empezaron a correr hacia donde se encontraban ellos.
-¡Serás estupido! -gritó Astrid -¡¡¡corred!!!
Todos cargaron las mochilas a sus espaldas y corrieron en la más negra oscuridad del túnel, su único punto de luz se encontraba detras de ellos, persiguiéndolos y solo tenian un punto de luz hacia el que correr, hacia una única salida que había delante suyo ¿Hacia una única salida?
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El Rayo Partido
AdventureKrez es un chico que vive en las calles de Clott. Años atrás un desconocido asesinó a sus padres y quemo su casa. Ahora que saben que está vivo han vuelto a por él. Él escapará de la ciudad en la que ha vivido toda su vida y empezará su historia. De...