¡Hola! Antes que nada, quiero pedirles miles de disculpas por haber tardado tanto en subir capítulo... Estaba en semana de exámenes y tenía que estudiar muchísimo, y después de eso me mudé a Londres nuevamente, así que había todo lo de la mudanza, y se me acumuló todo, y no tuve tiempo a hacer nada más, solamente dejar ir un mensaje por ahí para ir avisando de la situación, así que perdón, realmente lo siento mucho... Pero bueno, aquí estoy de nuevo, y este capítulo es... ME MUERO MUERTA!!! ¡Disfruten! x
El viaje es silencioso, y me giro para mirar a Peter.
Salí del centro comercial con un enorme anillo en mi dedo. Cualquiera que tuviera dudas sobre el compromiso, ahora sólo le hace falta mirarme para saberlo.
El anillo es el mismo plateado que me llamó la atención, y está rodeado de diamantes, que parece que, a la luz, vaya cambiando de color. Algo más irónico para la situación no era posible. Me río por lo bajo ante mis pensamientos, y Peter se gira a mirar por un breve momento hasta que centra su atención en la carretera de nuevo.
Miro por el espejo y veo a Gas y Britney sentados detrás, uno a cada lado del coche. Nadie ha abierto la boca, y estoy bien con ello, aunque sigo sin saber por qué está ella aquí. Y me carcome por dentro que me importe.
Cuando llegamos a Londres, Gas se despide rápidamente de nosotros, y le deseo suerte con su regalo, aunque me avisa que no lo hará hasta el día de Navidad.
—¿Hará el qué? —pregunta Peter, su voz seria de nuevo.
—Cosas nuestras —me río, y a lo lejos veo a Adam—. Nos vemos luego —salgo corriendo rápidamente para poder alcanzarlo, y no me doy la vuelta para mirar a Peter, sabiendo que su mirada no será del todo agradable.
—¡Adam! —grito, y me oye, ya que se detiene donde está parado—. Hola —sonrío.
—Hey Lali, ¿cómo te va?
—Bien, si, muy bien en realidad —le doy un abrazo, pero Adam es rápido y se aparta de un paso.
—Muy bonito que me quieras venir a saludar y todo eso, pero no quiero perder mis brazos —se ríe bromeando, y mira en la dirección de Peter. Y tenía razón. Su cara de pocos amigos se ve claramente, pero no ayuda que lo que sea que le esté diciendo Britney lo enfurezca cada vez más.
—Pensé que estabas enfadado conmigo —le susurro aliviada, sonriendo yo también.
—¿Por qué iba a estarlo? —frunce el ceño, realmente perdido por la situación.
Me encojo de hombros. —No lo sé. Tu actitud era muy fría después de enterarte de que Peter y yo, bueno... Ya sabes.
—No era por ti, Lali —sonríe, y se inclina hacia adelante para susurrarme: —Conocí a alguien.
No tengo tiempo ni a estar sorprendida, porque de repente soy apartada por un brazo que me agarra fuertemente de la cintura. Él se posiciona delante de mí, bloqueándome la vista de Adam.
—¿Qué haces? —exclamo en reproche, y lo rodeo para poder ver a Adam otra vez.
—Te pago para que trabajes no para que flirtees con mujeres casadas, Barret.
Adam se rasca el pelo, nervioso, y asiente educadamente. —Claro, señor Lanzani.
Mi cara de asombro es palpable, y Adam me mira una vez más antes de irse por donde ha venido. —Después la seguimos —intento gritarle, pero no creo que me haya oído. Me giro a mirar a Peter, y me cruzo de brazos para que vea lo enfadada que estoy. Me voy de ahí, y entro dentro del hotel. Cualquier cosa para poner distancia entre nosotros, pero a él no le gusta mi alternativa ya que me encierra rápidamente dentro una de las habitaciones, y cierra la puerta furiosamente detrás de sí.
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Mine
RomanceUn trato. Eso era todo lo que se suponía que era. Un acuerdo entre dos personas. Sólo eso.