¡Hola! Perdón por haber tardado tanto en subir, pero por aquí empezó el verano hace un mes y tengo que trabajar más de la cuenta en dónde estoy, así que por eso tardo tanto (tampoco ayuda nada que el WiFi me haya dejado de funcionar en mi apartamento). Intentaré subir más seguido, lo prometo. ¡Disfruten!
Corro entre los árboles, deteniéndome de vez en cuando para mirar hacia atrás, asegurándome de que no me siga nadie. Esta vez fui demasiado cerca. No creo que pueda seguir arriesgándome así.
—¿Buenas noticias? —pregunta William, esperanzado. Cada vez que salgo, me pregunta lo mismo, y eso es porque, hace dos meses, me encontró tirada inconsciente en medio de la montaña. Aparentemente estaba deshidratada, hambrienta, y me faltaban muchas horas de sueño. Por suerte, me llevó a su bungalow, me curó y me cuidó, hasta que estuve bien nuevamente. Y después le mentí. No sabía donde ir, qué hacer, sabía que estaba más segura aquí con un desconocido que en cualquier otra parte, así que fingí que perdí la memoria.
—No —niego. Él piensa que cada vez que voy hacia la pequeña urbanización que está a media hora caminando de aquí, es para intentar encontrar algo de mi pasado. Pero, esa no es la información que voy a buscar.
—Bueno, vas a ver que los vamos a encontrar —dice con esperanza. Will es un agricultor, creció en una granja, literalmente, y desde entonces su hábitat es la naturaleza. Esta casa es donde pasa la mayoría de su tiempo, pero también tiene algo en el norte—. ¿No hay novedades con la policía? —agarra el mando del televisor y lo enciende, cambiándolo al canal de noticias. La primera vez que le supliqué que pusiera el canal de noticias, pensó que lo hacía por si acaso aparecía mi imagen con la señal de "desaparecida". No me atreví a decirle la verdad, la verdadera razón por la cual quería las noticias, así que se volvió rutina, yo mirando detenidamente, no queriendo perderme ni un detalle, y él mirándome apenado. Lo prefiero así, cualquier cosa antes que sepa la verdad. Pasan una noticia tras otra, pero nada sobre lo que yo quiero saber. Respiro profundamente. Que no haya noticias sobre ello significa que no ha pasado nada malo, ¿o quizás todo lo contrario? Me recorre un escalofrío por todo el cuerpo, pero no dejo que me afecte.
—No —contesto a su pregunta anterior—. He ido hoy otra vez y no hay nada —miento—. Voy regar un poco —me levanto de la silla, después de haber tomado algo para beber, y limpio el vaso en el fregadero—. Hace un calor infernal —le explico.
—Si, probablemente tengas razón —Will tiene una melena rubia que le llega hasta los hombros, aunque siempre se ata el pelo en una coleta—. Y sabes que puedes contar conmigo. Vamos a encontrarlo, y vamos a saber que pasó contigo. No bajes los brazos.
Su sonrisa es sincera, y me siento culpable por engañarlo. Le ofrezco mi mejor sonrisa, y salgo del comedor, dirigiéndome al huerto, donde tiene todos sus alimentos.
Me entretengo regando, no queriendo pensar en nada. Sé que no puedo vivir así por siempre, pero necesito un poco de tiempo para intentar pensar qué puedo hacer. ¿Podría salir del país? Sacudo la cabeza. Mamá te necesita, dice una voz en mi interior, no es justo para ella. No puedo pasar el resto de mis días huyendo.
El sol se pone a lo lejos, y miro el paisaje pensativamente. No me puedo sacar la sensación de que algo malo le pasó. Algo malo por mi culpa. ¿Y si no sobrevivió por el disparo? ¿Y si está...? Oh Dios. No puedo ni siquiera pensar en ello. Han pasado dos meses. Dos meses y sigo sin poder parar de pensar en él. Sin poder dejar de sentir esta angustia a dentro.
Camino la pequeña distancia del campo hasta la casa, y cuando llego todas las luces están apagadas. Algo inusual, considerando que Will aún está dentro de la casa. Con pasos ligeros, me adentro en el bungalow, intentando ser lo menos ruidosa posible. Todo parece perfectamente en su lugar.
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Mine
RomanceUn trato. Eso era todo lo que se suponía que era. Un acuerdo entre dos personas. Sólo eso.