«Esto es mucho más interesante, cuando las probabilidades están completamente contra ti, ¿no lo crees?»―Han Solo.
Era una completa locura. No, designar a ese plan como locura era un enorme y refinado eufemismo.
Era un suicidio.
—Flynn... —murmuré, impresionada, tratando de que la ansiedad no se viese reflejada en mi tono de voz— ese hombre está dispuesto a provocar un auténtico genocidio genético en la ciudad. Sus valores morales son nulos y dudo que su palabra posea algún valor.
El sujeto de excepcionales ojos verdes estudió mi reacción antes de exhalar un profundo suspiro.
—Lo sé —fue toda la respuesta que obtuvieron mis dudas.
Fruncí el ceño, con incredulidad creciente.
—Lo comprendo. Le conozco desde que tengo algún tipo de conciencia. He sufrido en mis propias carnes de todo lo que puede llegar a ser capaz. He contemplado como se limitaba a anotar cuando hierro incandescente abrasaba mis células. Mientras casi me ahogaba para medir la capacidad de mis pulmones. La ética no es su punto fuerte. Y justo por eso —se revolvió el cabello castaño con un deje desquiciado— es nuestra única posibilidad.
Me dejé caer, derrotada, hundiendo los hombros con pesadez y sintiendo como mis neuronas se iban apagando. Me mordí los labios y esquivé su mirada, tratando de concentrarme en todo aquello.
—Diana —Flynn se acercó a mi posición y flexionando las rodillas se sostuvo a mi altura— intentar desbaratar sus planes de forma indirecta. Sabotear sus intenciones desde la clandestinidad no daría sus frutos. Durante estas semanas he trabajado para él y eso me ha servido, en parte, para ser testigo de lo cuidado que tiene lo detalles. Debemos ser directos y eficientes. Destruir la cabeza pensante.
Hice un ruido de desaprobación, sin saber muy bien que más podría añadir. Quizás pudiera tener un gramo de razón latente en sus palabras. Pero resultaba demasiado arriesgado.
—Dudo mucho que las probabilidades sean favorables —pronuncié jugueteando con mis propios dedos— No quiero...
Antes de que pudiera seguir me mordí la lengua.
¿Tendría que lloriquear acerca de mis reparos por pensar tan siquiera en que pudiera perderle?
Me estremecí cuando sus dedos acudieron a mi rostro. Sostuvo mi barbilla, forzándome a volver a mirarlo, viéndome envuelta en la maraña de emociones de aquellos magníficos ojos verde frondoso. La determinación parecía revolotear entorno a sus pupilas, trasmitiendo aquella serenidad tan característica.
Durante unos instantes me permití preguntarme los motivos que habrían llevado a los dos híbridos a ser completamente distintos.
Cada gesto de Flynn parecía impregnado de una luminosidad inefable, capaz de desterrar cualquier resquicio de miedo o soledad. Aquellos ojos tan vivaces y rutilantes... y demonios esa sonrisa que podría borrar de un plumazo cualquier problema.
—Te aseguro que haré todo lo posible para que el plan funcione. Entiendo tus reparos y... yo también estoy asustado pero... —inspiró y sus dedos se arrastraron por mi cuello desperdigando calambres por toda la zona— lo conseguiremos.
La seguridad vibraba en sus cuerdas vocales y parecía sincero en su declaración.
—¿Y cómo puedes estar tan seguro? —susurré en un hilo de voz casi imperceptible.
De forma imprevista las comisuras del que antaño se convirtió en la obsesión mediática de mi madre, se alzaron. Una sonrisa torcida decoró sus facciones.
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Ruby Tiger [✓].
Science FictionGANADORA DE LOS WATTYS 2020 EN LA CATEGORÍA CIENCIA FICCIÓN. Serie héroes #01. Misterioso, malhumorado, perezoso, agresivo, caótico, arrogante, incapaz de marcar un rumbo para su vida... y, sin embargo, la única persona en toda la ciudad capaz de im...