Evan. COMPLETA ❤️

Capítulo 11: Sorpresa.

Doble capítulo a pesar de que no me lo pidieron por Yolo.
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Al siguiente día...

-¿A dónde vas ahora? -le preguntó Austin a Zeida caminando junto a ella por la acera con la mirada al frente.

La joven albina dió unos pasos adelante y se detuvo ante un árbol de flores violetas, tomó una pequeña flor entre los dedos y se la llevó a Austin, el cazador la miró confundido pero no puso resistencia cuando ella le colocó la flor en el cabello.

-Así te ves mejor -bromeó la muchacha de ojos color humo y luego le besó la mejilla a pesar de que Austin ni siquiera sonrió e hizo a un lado su mirada.

-No respondiste.

La chica soltó un suspiro y siguió camino mientras imitaba la pose del vampiro que tenía las manos entrelazadas detrás de la espalda baja y el mentón en alto.

-Me mudé hace poco, tengo una casa no muy lejos de aquí -respondió la chica con un tono amable.

-¿Por qué viniste? Creí que Inglaterra era tu hogar. -Austin se quitó la flor del cabello y la arrojó al suelo.

-Y lo es... -ambos vieron pasar una motocicleta por la calle haciendo un molesto estruendo con el caño de escape -Que imbécil.

-Explicate.

La albina dió un par de giros de ballet disfrutando del movimiento libre de su falda y luego se plantó en seco frente a un bajo muro de ladrillos que rodeaba una casa y sobre dicho muro un gato siamés de ojos celestes permanecía recostado mirándola con curiosidad al igual que ella a él.

-Hola gatito -susurró acercándose para acariciarlo y el felino ronroneó ante su toque contorcionando el cuello cuando la albina le asicalaba por detrás de las orejas -Vine porque supe que me necesitarías.

Austin la veía desde un metro atrás con la espalda apoyada en un árbol junto a la acera por la cual habían estado caminando, apoyó el pie derecho contra la corteza rugosa del árbol y se cruzó de brazos por sobre la chaqueta negra que traía.

-No te entiendo.

La muchacha viró los ojos y luego volvió a mirarlo por sobre su hombro a pesar de oír las quejas del gato que exigía por más caricias.

-Las noticias viajan rápido, primero supe que te volviste vampiro y luego que desapareciste, en verdad hubiera creído que estabas muerto si no fuera porque te conozco y supuse que me necesitarías una vez que aparezcas.

-¿Y si sabías que estaba vivo no se te ocurrió irme a buscar? ¿Liberarme quizás?

Zeida soltó una dulce carcajada y esta vez se volteó del todo para mirarlo.

-Tú haz hecho un par de cosas malas Aus, haz sido malo varias veces y supongo que es como una deuda que debías pagar.

El castaño viró los ojos y se pasó una mano por sus cabellos semilargos y ondulados por la humedad del baño previo a salir.

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Hedia dormía plácidamente en su cama cuando de pronto sintió un peso a su lado y segundos después una voz le susurró al oído.

-Abre los ojos princesa.

La morena se quejó entre gruñidos y se volteó en la cama para darle la espalda, a pesar de eso lo oyó reír junto a ella y seguido Noah le besó la mejilla haciéndola sonreír entre sueños.