Evan. COMPLETA ❤️

Capítulo 40: Volví por ti.

A todas las que ya comentaron en YouTube (mi canal: Flor_MDE) les aviso que ya tienen un saludito guardado para el próximo vídeo, las que no comentaron aún pueden hacerlo, link en mi tablero, besos ♥♥♥

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"–Es la última vez, es la última vez ¡Ya me tienen harta! –dijo la vampiresa madre de Victoria –¡Estoy harta de esto! ¡Estoy harta de él!

–Madre te lo juro, Evan es inocente –le reclamó la adolescente de diecinueve años en la que se había vuelto su hija con el pasar se los años –Nada tuvo que ver con la muerte de esos caballos.

–¡¿Ah no? ¿Y entonces quién?! –le gritó furiosa deteniéndose un momento por el jardín cubierto de rosas y árboles bien podados –¡¿Acaso haz sido tú Victoria?! No lo creo, ya deja de tratar de limpiar su imagen de una vez por todas.

–Madre, madre... –la llamó y luego tuvo que correr tras ella levantando la falda de su vestido para no tropezar.

Juntas llegaron hasta la caballeriza donde unos hombres discutían por qué caballo era el más rápido y ante la presencia de su jefa se arrodillaron como si se tratara de una reina.

–¿Dónde está él?

–Ya lo tenemos amarrado mi señora –dijo un vampiro de cabello cano –Realmente no puso resistencia alguna.

–Aún así nos dijo más de una vez que él no fue el que asesinó a aquellos caballos.

Victoria desvió la mirada a un lado directo al suelo sintiendo un dolor enorme en el pecho y sin más salió corriendo a buscarlo. En medio de la tierra seca había un alto poste de madera enterrado lo bastante profundo como para no salir con facilidad, a este venían amarradas unas cadenas y un joven muchacho estaba esposado a ellas.

Estaba de espaldas a Victoria quién se cubrió la boca con ambas manos al ver la camisa de él rota en dos partes dejando a la luz su espalda cubierta de finos tajos hechos ya cicatrices viejas.

¿Cómo alguien podría ser tan cruel y darle tanto castigo a un joven de apenas dieciséis años?

Victoria corrió hacia él y lo abrazó, notó como Evan se tensionó al instante, era obvio, nadie más que ella lo había abrazado alguna vez.

–Lo siento –dijo ella con la voz quebrada –Lo siento tanto Evan.

–Tranquila, no te preocupes hermanita.

Con el pasar de los años aquel pequeño niño que fue torturado incluso desde el día que nació aprendió por las malas que el dolor siempre estaría presente en su vida y que sólo tenía dos caminos ante él; ser débil y vivir pidiendo piedad o volverse fuerte a tal punto que el dolor físico ya no fuera importante. A Victoria aquello le rompía el alma, no le parecía justo que unas personas arruinen la infancia y la vida de un muchacho llenandolo de dudas y haciéndole creer que era una basura hasta el punto donde él se vuelva un ser frío y casi sin sentimientos más que solo ira.

Ls pelinegra se puso ante él, era delgado pero los trabajos pesados que hacía como peón lo habían moldeado bastante, incluso siendo más joven que ella ya era más alto y los ojos celestes que poseía seguían siendo una maravilla en éste mundo. Pero esos ojos tenían algo distinto, no eran como los del pequeño hace varios años, no había tanta luz y mucho menos esperanza, habían un vacío oscuro y aterrador, como si ya nada importará realmente.

–Fue mi culpa –dijo la humana dejando caer lágrimas por su blanca piel –Yo mate a ese caballo, no fue a propósito, no pensé que pasaría algo así.