Evan. COMPLETA ❤️

Capítulo 56: Recuerdos robados.

Maratón 2/3 ❤

PD: Es extraño que a algunos les aparece el cap 55 y a otros no 😓 😔 quizás sea problema de Whattpad, o de su conexión o no sé 😂 pero no importa porque lo volví a publicar pa' ver si así se arregla ❤

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Dominic permanecía sentado en un gran sitial negro, sus piernas cruzadas y colgando del apoya brazos se encontraba su fiel compañero, un bastón negro. Nadie sabía porqué lo traía siempre consigo, a veces han de pensar que lo necesitaba para caminar pero era de ver que su motricidad reflejaba armonía, no necesitaba de el para ello y aún así lo llevaba consigo a todas parte.

Las puertas de aquel gran salón donde estaba fueron abierta y Bastián, aquel ex miembro de los Cazadores, ingresó llevando consigo del brazo a un muchacho mal vestido que no podría tener más de catorce años. Llegaron a estar frente a su amo y obligó al niño a agacharse ante aquel sujeto de ojos negros.

-Le traje lo que me pidió, señor.

Dominic sonrió y se puso de pie, le solía gustar aquel temor que creaba en los demás con tan solo pararse ante ellos.

-¿Cómo te llamas, muchacho? -preguntó con gran control.

El niño pelirrojo alzó la mirada, se veía tan delgado y debilucho que podía darle lástima sino fuera porque su aroma a sobrenatural lo delataba.

-A,Aspen. -tartamudeó asustado. Sabía quién era Dominic, la comunidad sobrenatural de ahí afuera hablaba sobre él y narraban los horribles sucesos que comenzaron a suceder con su llegada; desapariciones de hombres lobo, vampiros acribillados, brujas descuartizadas, un bosque que parecía tener vida propia y una terrible oscuridad que avanzaba cada vez más.

El muchacho bajo la mirada rápidamente, tenía tierra en las piernas, brazos, manos y cara, además de que se veía como un mendigo por los arapos que traía por ropa.

-¿Y cuántos años tienes, Aspen?

El chico parecía temblar con cada palabra de aquel sujeto, estaba al tanto de que quienes desaparecían bajo las manos de Dominic nunca más volvían a casa.

-Trece años, señor.

El hombre de cabello gris bien peinado y con traje de sastre al talle se agachó ante el adolescente y lo tomó del mentón para que alzara sus ojos cafés y lo viera directamente a los suyos.

-Y eres un vampiro, que decepción -dijo el hombre mirándolo con pena -Solo eres un niño convertido en demonio ¿Por qué?

-No, no soy un demonio, señor -se defendió con timidez -Soy un buen chico, lo juro, voy a la escuela, ayudo a un anciano en una herrería para obtener dinero y con el sustentarme. -agregó con desespero por el terror que le corría -No le hago mal a nadie, lo juro, ni siquiera he bebido sangre de un humano, ni lo haré.

-Eso no puedes confirmarlo. Mira pequeño, tú estás enfermo, necesitas ayuda y yo te la brindaré ¿Está bien?

Se puso en pie y el muchacho se aferró a sus pies.

-Señor, por favor, no me mate, le juro que no le he hecho mal a nadie, jamás lastimaría a un humano. -sus ruegos de piedad crearon un sentimiento de lástima y culpa dentro de Bastián pero aún así se mantuvo callado, parado a un costado observándolo todo.

-Niño, eres un vampiro, un ser destructor. No puedes jurar que no harás daño cuando tus instintos son los que te guiando.

-¡No! ¡No, por favor! No me mate señor, se lo suplico -pidió Aspen siendo detenido por Bastián cuando Dominic se alejó y quiso seguirlo.