Evan. COMPLETA ❤️

Capítulo 19: La furia del lobo.

Buenas noticias: ¡Volvieron los caps dos por semana! ¡Que emoción! ❤❤
Miércoles y domingos como ya saben, espero que les guste 😍

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–¡Oh, maldición! –gritó la joven de cabellos cafés tirando de las sogas que apresaban sus muñecas por detrás de la espalda.

Había estado desde hace rato tratando de zafar sus manos de aquel amarre pero le era casi imposible y se sentía volverse loca, un caso totalmente a su compañero de celda que se mantenía sereno contra una esquina de la habitación igual de atado por sogas aún que las de él emitían un resplandor diferente por la magia que usaron sabiendo que era un licántropo.

–¡¿No vas a hacer nada acaso?! –gritó la muchacha –¡Hay que salir de aquí cabeza de alcornoque! Ese temblor que sentimos estoy segura de que no fue cualquier cosa, creo que se trata de Amy y eso quiere decir que hay una pelea allí arriba.

Erick suspiró aburrido y miró a su compañera de frente sentada en la esquina opuesta de la habitación.

–Estamos presos Lu, no podemos hacer nada más que esperar que nos salven.

Lu lo miró en silencio unos segundos hasta que su mirada se injecto de furia y gritó asustando a su compañero.

–¡¿Acaso eres idiota?!  –trató de ponerse en pie pero uno de sus tobillos era apresado por una cadena y volvió a caer al suelo –No podemos ser las damiselas en apuro, nuestros amigos están ahí luchando y hay que hacer algo.

–Pero ni siquiera puedo convertirme –contestó molesto y desviando la mirada a una mancha de humedad en el suelo –¿Qué pretendes que haga?

–Pues... no lo sé –contestó con desánimo y se dejó caer de vuelta al suelo –Pero no podemos dejarla sola si es que vino por nosotros.

Erick la contempló en silencio, su amiga era mucho más hermosa de lo que alguna vez pudo haber creído o quizás pensaba que solo era ilusión suya. Vio aquella mueca de tristeza en el rostro de la muchacha con ojos cafés y se maldijo por dentro ya que odiaba tener que actuar como héroe ¿Pero como no hacerlo cuando ella lo veía de ese modo? Se maldecía por tener que acatar siempre a sus órdenes a pesar de que solo eran amigos y tenían uno que otro derecho de más, pero no pasaban de eso.

–Bien, tienes razón –se puso de pie con facilidad y observó a su alrededor –Hay que salir de aquí.

–¿Y cómo lo haremos? –le preguntó Lu también levantándose del suelo –La celda tiene una puerta bastante gruesa y llena de cerrojos, a eso debemos sumarle que la llave la tiene un tipo de ahí afuera.

–Tranquila cariño, nada es imposible.

–No me llames cariño. –lo regañó.

–Agh, a ti nada te agrada –viró los ojos y observó a la cadena en su tobillo –Bien ¿Cómo me quito esto?

–¿Seguro que no te puedes convertir? Quizás sí lo intentas las cadenas se rompan.

–¿Acaso no entiendes chiquilla tonta? No puedo liberarme de la magia.

–¡¿A quién llamas chiquilla tonta? Cerebro de gallina! –y pateó una piedrecita que estaba cerca de su pie y golpeó en la frente a Erick.

–¡Ay! ¡¿Oye, que rayos te pasa? Eres una...!

–Ya cállense. –una voz gruesa demandó y voltearon a ver como alguien se asomaba por la rendija de la puerta, aquellos ojos negros eran del cazador que protegía la puerta y permanecía parado del otro lado.