Capítulo 35: Día y Noche.

2.8K 276 20
                                    

Wade entrelazó los dedos a la vez que apoyaba sus antebrazos en cada rodilla, estaba sentado frente a su padre quien no podía dejar de verlo de aquella manera preocupada y eso no lo hacía sentir mejor.

-¿Cuánto tiempo? -preguntó sin siquiera verlo.

-No me ha dicho.

El chico cerró los ojos con fuerza y luego soltó un suspiro desganado, al levantar la mirada y observar a su padre supo que no tenía sentido estar ahí lamentándose por algo que aún no había pasado.

-¿Te ha dicho donde sucederá?

-No.

-Entonces qué demonios te dijo.

Tyler se cruzó de brazos y desvío la mirada.

-Habló sobre un futuro destruido, le pregunté sobre ti y se rehusó a decirme para no cambiar el futuro; tú y yo sabemos perfectamente que cada vez que dice algo así es como decir un "sí, tal persona morirá".

Wade se puso de pie, se sacudió las manos a pesar de no haberlas ensuciado y volvió a empacar los objetos distribuidos por la casa, Tyler no comprendía su comportamiento repentino, como si le diera igual lo que acababa de decirle.

-¿Acaso no te preocupa? ¿Wade? Wade -insistió tomando del hombro a su hijo y éste se volteó molesto.

-¿Y qué más da? Si voy a morir no debo preocuparme, es algo que pasará y prefiero gastar mi tiempo en algo que me haga feliz a quemarme las neuronas pensando cómo sobrevivir.

-No permitiré que mueras hijo.

-¿Así como impediste lo de mamá? Te deseo suerte.

-Wade...

El pelinegro estaba de espaldas y soltó un suspiro.

-No le dirás nada de esto a nadie -lo miró sobre su hombro con unos fríos ojos dorados -Ni siquiera a Hedia.

****

Lu caminaba por las góndolas del supermercado colocando dentro del canasto rojo que traía en un brazo un par de galletas y biscochos para más tarde. De camino a casa de Hedia decidieron parar en aquel supermercado para llevar un par de cosas necesarias, además de que ahora Erick cuidaría muy bien de Lu y le había pedido que tome todo lo que ella quisiera pues él pagaría, no obstante la muchacha sabía que eso de derrochar el dinero estaba mal y a pesar de que Erick estaba sufriendo un momento de emoción y alegría no iba a seguirle la corriente, uno de los dos debía ser el serio, a pesar de que normalmente él lo era.

Una vez acabado de tomar todo lo que necesitaría la joven fue en busca de Erick porque le parecía extraño que no esté apareciendo, no tardó mucho en encontrarlo, el chico de tatuajes estaba agachado ante un pequeño niño de cinco años y jugaban piedra, papel o tijera, se notaba que Erick lo dejaba ganar y el pequeño reía a carcajadas, luego el padre del niño se lo llevó y el muchacho se quedó viendo a las cunas de bebé acomodadas a un lado con precio de venta.

Estaba quieto y en silencio, Lu fue hacia él pero se detuvo a un paso atrás, podía contemplar la mirada preocupada en los ojos cafés de Erick y tuvo miedo de que por un instante él dudará de ser padres, hasta que lo oyó hablar pues de inmediato supo que ella estaba ahí.

-¿Crees que será un buen padre?

Lu asintió y dió unos pocos pasos más al frente hasta detenerse a su lado.

-Lo serás.

-Pero no sé cómo serlo, nunca en mi vida he cambiado un pañal siquiera.

La morena rió y apoyó su cabeza contra el brazo de él, ambos viendo las cunas.

Evan. COMPLETA ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora