Capítulo 37: La muerte.

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La pequeña llave dorada relucía ante la luz blanca que proyectaba la lámpara sobre aquel escritorio caoba, Dominic estaba inclinado sobre dicha mesa mirando fijamente al objeto en su mano con aquellos profundos ojos negros, no podía creer que había hecho tanto, que había perdido tanto tiempo para esto ¿Es acaso que se había equivocado con respecto a Amy? ¿En verdad ella era tan débil? Quizás nunca fuese a ser la indicada, quizás es solo un embase más de poder y jamás logrará controlar la magia que hay en ella y mucho menos ahora.

-Entonces... ¿Cuál es el plan señor? -le preguntó su más fiel seguidor quién yacía sentado sobre un sofá bordo al otro lado de la habitación.

Dominic dejo la llave sobre el escritorio, se recostó contra el respaldo de su silla cual sitial y se cruzó de brazos sin verse perturbado ni siquiera un momento, siempre poseía el mismo semblante serio y decidido como si nunca hubiese duda en su interior.

-¿El plan? El plan era luchar contra ella, pero veo que fue lo suficientemente débil cómo para morir a manos de una bruja más.

Richard tragó saliva y guardo el yo-yo con el cual jugaba y que ni siquiera era suyo.

-Señor, si me lo permite, creo que ella aún no ha despertado todo su potencial, si tan solo le diera una oportunidad...

Sabía perfectamente que si Dominic decidía que Amy ya no valía la pena iba a acabar con todos de una sola vez incluyendolo, después de todo ese era el plan, pero la idea de pelear con Amy lo trajo bastante distraído y eso les daba tiempo a Richard y los demás de buscar un modo para salir con vida de todo esto, pero, sin bruja no habría lucha.

-¿Una más? Ya le di una oportunidad y mira lo que descubrí, está muerta.

-Pero ¿Cómo usted está seguro de ello?

Dominic miró más allá de la lámpara a su compañero, entrelazó los dedos debajo de su mentón y sonrió apenas.

-Les he dicho que no soy brujo, tengo habilidades que me permiten conectarme con algo más, y eso me dijo de que Amy fue asesinada tan solo hace unos minutos.

Richard soltó un suspiro y bajo la mirada, no era fácil ver a los ojos a quien lo comandaba puesto que éste traía un aire tan aterrador que daba miedo de tan solo verlo y ni siquiera aparentaba ser alguien letal sino todo lo contrario.

-Señor, no quisiera ser insistente pero estoy al tanto de que usted tiene el poder de remediar todo esto y si tan solo le diera la oportunidad yo estoy seguro de que ella podrá sorprenderlo, solo, solo debe romper sus propios límites ¿Y qué mejor momento que el están frente a la mujer quien le quitó todo?

Dominic quedó en silencio, volvió a ver la pequeña llave, la tomó en manos y esta vez sonrió en grande causando escalofríos en su compañero.

-¿Por qué confías tanto en ella Richard?

El castaño de cicatriz en la mejilla negó rápidamente sin verlo a los ojos.

-No confío en ella señor, pero confío en usted, en su plan y su poder -levantó apenas la mirada -Sé que puede hacerlo y también sé que su objetivo es salvar a los humanos pero también divertirse y siendo sincero a mí me gustaría mucho contemplar una batalla épica entre la muchacha y usted.

-Ya, ya, no hace falta tantas tonterías -Dominic se puso de pie con llave en mano nuevamente -Me haz convencido.

****

Clary abrió la puerta de aquella fría habitación con la daga de sangre en mano manchada de rojo carmesí, el mismo que desprendía una herida profunda en el pecho del híbrido al cual asesinó. Miró más allá del encadenado a la muchacha pelinegra tirada en el suelo sobre un pequeño charco de sangre con los ojos cerrados y la piel pálida; había sido tan fácil acabar con ella que aún no se lo creía, tanto que alardeaban sobre su gran poder y un simple cuchillo pudo terminar con ella, incluso era decepcionante.

Evan. COMPLETA ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora