¿Por qué no hay tortura? ¿Donde quedó mi fetiche... Digo, la trama?
Capítulo 8
Un Nuevo Comienzo
-Oh, así que seguías viva, no creí que él te tendría compasión.- Habló un ser rodeado de Sombras que susurraban cosas macabras.
-Tú, ya veo, estás con miedo, uno más se levanta, continuará con lo que se empezó, ya se han cumplido los 3.000 años, que rápido pasa el tiempo.- Dijo una mujer con palabras confusas que se encontraba encadenada de sus brazos, le era imposible liberarse.
El ser sombrío caminaba alrededor de la mujer, que sólo veía los movimientos de las Sombras, como si quisieran matarla en ese preciso momento.
-Dime, ¿qué te trae por aca? ¿Tanto querías ver a tu querida hermana?- Preguntó con sarcasmo, logrando que las Sombras se acercaran peligrosamente a su cabeza y pecho, si ellas querían, podían matarla rápidamente
-No, he venido únicamente a que me respondas unas cuantas preguntas, claro, sólo si tú quieres, tampoco voy ha obligar a alguien que luchó a mi lado cuando más lo necesitaba.- La sonrisa que apareció en esa oscuridad que tenía como rostro no era de felicidad, era una macabra.
-Aztaroth, una Demonio Rojo... Mmm, que raro, no puedo averiguar más, tu estúpido libro me prohíbe saber sobre ella, esas Sombras la han aceptado.- Explicó sabiendo su pregunta al ser que tenía delante de él, quien se molestó tanto que las Sombras que lo rodeaban se alejaron por el miedo.
-Asi que me traicionó de verdad, no se puede confiar en esos demonios, siempre buscan algo que los divierta...
La mujer soltó una pequeña carcajada, molestando más al ser de las Sombras, este lanzó un ataque que rozó la cara de la mujer, logrando que se calle, esta lo miró de forma amenazante.
-Bueno, ahora te haré otra pregunta, espero que puedas responderla.
-¿Su elemento? Eso si te lo puedo decir, es la Luz.- Eso sorprendió por completo a su hermano.- También te puedo decir esto, ella tiene seis años...
-¿Qué mierda es eso? ¿Acaso me estás diciendo que un Demonio Negro... consideró a una niñita digna de la Magia de las Sombras?- Bramó con furia.
Inaceptable, debemos matarla, tengo muchas opciones de tortura, volverla una sombra no bastará, podemos cortarla en pedacitos y comerla, ¿sabrá deliciosa? Dicen que la carne de los demonios es muy apetitosa.
Las Sombras se movían de un lado a otro, molestando más a su amo, mientras seguían hablando en todas las cosas que le harían a Aztaroth, el hombre agarró a una de ellas y la convirtió en una especie de fruto, para acto seguido comérselo.
-Esto es lo que les pasará si siguen hablando, el único que decidirá lo que le pasará, seré yo.- Dijo de una forma que hizo callar por completo a las Sombras.
Ellas temían esa habilidad que usó, "Sacrificio de Sombras", a los que sufrían esto, no iban ni al cielo ni al averno, eran olvidadas, perdían su aspecto físico y se fundían en el viento, o al menos eso es lo que ellas creen, pues nadie sabe en realidad lo que pasa con ellas, simplemente no se acuerdan si alguien desaparecía, pero sabían que faltaba alguien.
-Bien, ya me he calmado, pero no puedo creer que alguien perteneciente a la raza de los demonios pueda usar la Luz como su elemento principal... Dime algo..
-Algo.- Interrumpió con burla a su hermano.
-Ya te dije que tus bromas no me causan gracia, Azazel, quiero saber cuánto demoraré en llegar a Lirat, por casualidad perdí por completo su rastro, pero sé que sigue en ese continente.- Dijo molesto por la broma de su hermana.
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Reencarnando en una Demonio
FantasyUno de los grandes enigmas de la humanidad desde siempre, ha sido qué sucede con nosotros después de la muerte, durante 10 años investigué todo sobre este caso, nunca encontré nada que oficialice mis hipótesis, y sólo duré esos 10 años, pues ocurrió...