Capítulo 21
Amigas
-Ah... No creí que Los Mercenarios fueran así de fuertes.- Hablaba un ser mientras se sacaba una lanza clavada en su pierna.- Pero... no me vencieron, jajaja, yo soy fuerte, ¡Soy Eranel!
El Bufón se encontraba sentado en una pila de cadáveres, todos con grandes perforaciones recientes, sin embargo, el que los mató no estaba del todo bien, su cuerpo no sólo tenía siete lanzas clavadas, había recibido múltiples cortes y se hallaba con una mano sin dedos, su pelea había sido demasiado dura, pensaba que lograría ganar sin recibir heridas graves, que equivocado se encontraba, tuvo que hacer algo que nunca se había visto obligado a hacer, un Pacto con el Abismo, ese lugar sin un Rey el que supervisase todo, comenzó a tener conciencia propia, y encontró a Eranel, consideraron que sería un buen sujeto de pruebas, por lo cual se presentaron ante él, con una piedra muy peculiar, el Corazón del Abismo.
-Tch, nunca creí que haría algo tan estúpido aparte de matar a varios de esos malditos de mi raza en mi antiguo estado.- Se dijo a si mismo.
La razón por la que decía que era una estupidez era muy simple, a cambio de un gran poder, debería ver todos sus momentos "felices", recuerdos que intentó olvidar, el truco del Pacto era que si soportaba sus recuerdos que tanto añoraba de en su infancia, podría soportar lo horrible que es poseer la Magia del Abismo, pues en todos esos recuerdos pasarían cosas malas, muertes, un gran cambio en su infancia feliz, en donde sólo se preocupaba en estar con sus padres, algo que hasta ahora no puede olvidar, sin embargo no les hace caso,
"Mami, ¿quién es él? Espera, mami, no me dejes, me portaré bien, no quiero ir con ese tipo."
-Jajaja, no soy Noro, yo no cederé ante algo tan ridículo, encima sé que eso nunca pasó.- Decía a a las imaginaciones que estaba teniendo, sus recuerdos eran modificados para que ocurra algo malo en estos, intentando hacer que sufra, cosa que era muy difícil, aunque amaba a su familia, no le afecta en lo absoluto.
El sol ya se asomaba, muy pronto amanecería, sabía que el lugar a donde estaba yendo, el Continente de Dargor, no podría salir fácilmente, ni siquiera entrar, pero si quería seguir vivo evitando a la Cruz Roja y también de Los Mercenarios, tendría que arriesgarse a morir para vivir, al menos podría comer niños, es lo que más les gusta, y tal vez, sólo tal vez, podría comer a uno perteneciente a la Raza de los Semi-Dragones, habitantes de cuevas en un lugar desconocido para las demás razas, pero no le sería mucho problema, tiene métodos para conseguir información, y si no funcionara, simplemente tendría que matarlos, pues su Control Absoluto debilita y daña su cuerpo, ya no quiere arriesgarse a morir de una forma patética.
-¡Maldita Noro, o mejor dicho Sephia! ¡Y ese Nunara, si no fuera por él estaríamos bien, hubiese conseguido la Caja de Seis Caras! ¡Podría fácilmente vengarme de mi raza!- Gritaba mientras aplastaba la cabeza de uno de los cadáveres con su pie por la furia.- Soy una abominación... jajaja.- Reía, pero la boca de la máscara era la que se movía, dando un toque macabro por la voz de ultratumba que poseía ahora.
Eranel se paró de su "asiento" provisional y cogió del piso sus dedos, para acto seguido cocerlos con aguja e hilo donde deberían ir, ser perteneciente de la raza de los Inmortales tenía sus ventajas, una de ellas era el poder unir por completo sus partes si estaban juntas tras un tiempo, aunque se sentía como si te quemaran, como si soldaran hierro.
Su caminar era cansado, sus piernas estaban débiles por las heridas que sufrió en su pelea, demoraría mucho en curarse, por lo que con una lanza se apoyaba para seguir su camino a la costa de Lirat, debía ir rápidamente a Dargor si quería seguir vivo, su única salvación era llegar en menos de tres días, todo lo que había logrado desde que se fue de Dariagmna se fue a la mierda, la difícil confianza que forjó con el Líder de la Cruz Roja se esfumó y ahora es el primero que quiere que muera, pero para "mejorar" las cosas, Los Mercenarios también van por el precio de su cabeza, la pregunta es, ¿por qué? ¿Por qué ellos quieren matar a Eranel? Fácil, tal vez pudo ser por acabar con la tribu felina de los Hombres Bestia, sabrosos niños y uno de sus mejores espectáculos según Eranel. También debe ser por haber haber robado la Máscara del Titiritero, razón por la que tenga esta Magia Prestada, pues en realidad la única Magia que tiene es del Fuego, y en un nivel muy bajo. Otra de las posibles razones sería el comerse a un niño noble, hijo del Rey del Oeste en Dariagmna, si, esa es la más probable, después de todo Los Mercenarios tienen su mejor fortaleza en ese Continente, lo que hace más fácil la comunicación con ese Grupo.
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Reencarnando en una Demonio
FantasyUno de los grandes enigmas de la humanidad desde siempre, ha sido qué sucede con nosotros después de la muerte, durante 10 años investigué todo sobre este caso, nunca encontré nada que oficialice mis hipótesis, y sólo duré esos 10 años, pues ocurrió...