Capítulo 31
Haciendo Apuestas
-¡Idiota! ¡Maldita Sombra inútil!- Gritaba molesto destruyendo un planeta con tan sólo golpearlo, uno de los tantos que tenía a su mando, podía hacer lo que quiera con ellos, no importaba que hubiera maravillosas vidas habitando esos mundos.- Aztaroth... 35% de poder de Shynto, si encuentra las reliquias perderé, ni siquiera mi campeón podrá hacer algo aún con todo el poder que le he dado.
Su preocupación no era una exageración, él sabía muy bien lo que las Reliquias de las Sombras podían hacer, las vio en acción, en el caso de Aztaroth, con su nivel actual, cada Reliquia aumentaría un cierto porcentaje a su poder, la Guadaña Oscura le daría un 6% más de fuerza, mientras que los otros aún desconocidos podrían tener una fuerza aún más abundante.
El ser molesto intentaba formular un plan que sirviera, pero si se pasaba de listo, El Hablador lo mataría, pues no aceptará que él mismo sea el que mate a Aztaroth, el Destino no quería eso, no ahora, ella todavía tenía que vivir más tiempo, él no sabía cuanto, más no se atrevía a enfrentarse cara a cara contra la Demonio.
-Veo que estás en un serio dilema, ¿no, hermano?- Preguntó una voz que apareció en medio de la nada, dónde él estaba.- Hermano mayor me ha dicho que no pelee contra ti, no quiere que nos llevemos "mal", aunque sigo insistiendo en que deberías morir.- Dijo sin ninguna emoción.
-¡Cállate adoptado! ¡Y te he dicho que no es nuestro hermano, Él es superior a nosotros!- Le contestó molesto, a pesar de que odiaba a El Hablador por no darle el poder a los Antiguos, le tenía un gran respeto.
-¿Sigues con eso? Que mi nombre no termine en "Dor" no significa que sea adoptado, es más, los dos hemos sido creados por él, así que no soy adoptado.- Trató de convencerlo de una vez por todas, más de 13.746.274.253 años llamándolo así le aburría, él tenía un nombre, ¿por qué llamarlo de otra forma?
El Ser molesto no le importó lo que le dijo, seguía pensando una forma de que Aztaroth muriera, había un ente que también buscaba lo mismo, sin embargo demoraría demasiado, puesto que quiere hacer que sufra, al menos a él le han dado esa orden, porque aparte de ellos están Eranel y Shando que desean matarla con sus propias manos.
-Bueno, al menos podrías ser más amable, ¿no?- Preguntó con una pequeña sonrisa, que lo hagan enojar era muy difícil, sólo un tema le hacía experimentar esa emoción negativa.
-Aléjate, me das asco, cambiar de género por pura diversión.
-Es para buscar información, ni que lo usara para actos inapropiados.- Dijo tratando de excusarse.
-Jajaja, entonces, ¿por qué no vuelves a ser una mujer? Desde ese día no lo has vuelto a hac...
Antes de que terminara esa frase, se encontraba aprisionado entre dos manos del tamaño de una persona, pudiendo así cubrirlo por completo, no eran sólo esas dos partes del cuerpo, se había materializado un gran coloso con un pilar en lugar de piernas hecho de oro puro con un total de 100 manos, de las cuales usaba solamente dos en ese instante.
-Gran Amor Eterno.- Dijo con sin ninguna expresión.
-Si, qué amor tan lindo, tiene el nombre más estúpido que he oído, sin embargo es tu habilidad más fuerte, pero es raro, no lo usaste en nuestro pleito anterior.- Comenzó a burlarse mientras ejercía fuerza para liberarse, cosa que logró con un poco de dificultad.
-... Me largo, Hermano dijo que no peleara contra ti.- Finalizó para irse en un simple parpadeo.
-Ah, esa invocación es fuerte, jajaja, sin duda alguna debo tenerla... Mi campeón pueda hacerlo, él puede crear eso también, si, tal vez con eso pueda matarla, sus ataques son demasiado rápidos, puede dar más de 100 golpes en menos de un segundo.- Una sonrisa había aparecido en su rostro, el poder que le había dado a la persona que trajo a Dariagmna para matar a Aztaroth podría servirle para cumplir su misión.
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Reencarnando en una Demonio
FantasíaUno de los grandes enigmas de la humanidad desde siempre, ha sido qué sucede con nosotros después de la muerte, durante 10 años investigué todo sobre este caso, nunca encontré nada que oficialice mis hipótesis, y sólo duré esos 10 años, pues ocurrió...