Reencarnando en una Demonio

Intermedio 2: Un Plan Infalible

(Es corto, pero importante, sucede antes de todo lo sucedido en el capítulo 15)

-Sobre tu plan, ¿qué tienes en mente? Viniendo de ti debe ser perfecto.- Habló el Antiguo de una manera que alagaba a su viejo amigo.  

-Oh, claro que lo es, es mi plan después de todo, nunca fallará.- Dijo con arrogancia la alma con forma humanoide.

El ambiente era helado, aunque tal vez se deba al Rey Oscuro que congeló todo el lugar para que nadie escuchara.

-Una pregunta, entiendo que congelaras a esa Demonio de alto nivel del Averno, pero, ¿por qué congelaste a tus propios guerreros?- cuestionó con curiosidad por esa acción por parte del Rey Oscuro.

-Puede que yo sea el que los controle, pero es una fachada, ellos son fieles a las órdenes de Surima, en otras palabras, harán caso a las Doncellas más que a mí, si una de ellas se les ocurre preguntar sobre algún plan en contra de ellas me torturarán para que hable y no lo cometa.- Habló viendo a los 4 Generales del Tormento, sus obras maestras, ellos son los únicos que están al mando de él, sin embargo los congeló debido a que de igual manera no confía en ellos.

El Antiguo se acercó a la Doncella que seguía congelada, pero por un momento pudo ver como parpadeó, sin embargo él creyó que era su imaginación, pasar mucho tiempo con susurros estúpidos y macabros por parte de las Sombras lo hacían ver alucinaciones.

Por otra parte el Rey Oscuro tenía los ojos cerrados, y con su mano hacía una posición para concentrarse aún más, después de todo lo que hacía era ver con el Ojo que había enviado a vigilar a Aztaroth, pero cuando llegó a ver lo que estaba haciendo, casi suelta una risa al ver que estaba secándose con una prenda de vestir y a una niña intentando quitársela.

-Enserio, ellos siempre hacen una tontería en una etapa de su vida, menos Lywre, él lo hizo desde que nació.- Susurró viendo su nuevo entretenimiento.

-¿Por qué?- Preguntó el Antiguo logrando escucharlo mientras volteaba a ver a su viejo amigo.

-Nada, no es nada.- Ocultó lo que veía.

-Bien, igual no me importa, lo que quiero saber es cómo realizar lo que deseo.

El Rey Oscuro dejó de hacer lo que hacía y llegó hasta estar frente a él, mirándolo serio, como muchas veces se le veía, sin embargo el Antiguo no tenía ninguna expresión en ese momento, y debido a que su amigo muerto no podía ser dañado en ese estado, no controlaba a sus Sombras, las cuales hacían de todo para "matarlo", cosa que no lograban por nada del mundo, incluso trataron de envolverlo, pero fácilmente lo traspasaban, las Sombras mostraban una sonrisa macabra mientras lo insultaban de todas las maneras posibles, logrando sólo que él las viera como si fueran simples mierdas ha su costado.

Después de un tiempo dejaron de atacarlo sabiendo que no lograrían nada más que dañar su propio orgullo como una de las Magias más peligrosas que existen, siendo superadas por la Magia de Descomposición que poseía Lywre, capaz de destruir todo lo que toque, y juntando eso con el tema de que sabe usar la Magia de fuego y de Luz, era como un destello destructivo que casi nadie lograba ver su llegada.

El Rey Oscuro le hablaba de lo que había visto en el tiempo en el que Aztaroth llegó a la Prisión, toda su vida en ese lugar y el como salió de ese lugar.

-Lo primero que debes hacer es, matar a sus seres queridos, por lo que mi ojo ha visto tiene 3, y 4 si es que sigue aumentando su relación con un tal Rasha.- Dijo sonriendo por primera vez en todo este tiempo.

-¿Matarlos? ¿Y cómo haré eso si es que estoy lejos? sabes muy bien que Erador nos hizo difícil el salir de este continente.- Dijo un poco angustiado y molesto.