Reencarnando en una Demonio

Capítulo 12 - Espíritu Competitivo

Capítulo 12

Espíritu Competitivo

-¡Maldición! ¡Maldición! ¡No puedo curarme! ¡¿Por qué mierda no me puedo curar?! ¡Se supone que la Magia de Luz de un Ángel Caído es débil! No entiendo, no entiendo nada. Llevo más de un mes intentando curarme.

En medio de una oscuridad eterna, donde no se podía ver ni tu propio cuerpo, se encontraba alguien retorciéndose de dolor, golpeándose así mismo, pero a pesar de estar sufriendo, mostraba una sonrisa macabra que helaría la sangre a cualquier mortal, estaba furioso, con odio, odio hacia un ser "inferior" a él.

Su cuerpo estaba con pequeñas partes transparentes, representando las partes "quemadas" que le ocasionó un ser que pensó que podría engañar para luego matar, lamentablemente para el agonizante, sólo pudo hacer lo primero, no pudo matarlo por un sello que lo dejó en un estado inútil.

-¡Vamos Aztaroth, jajaja, vamos, sigue distrayéndote con tu entorno, cada vez estoy más cerca de poseert...! ¿Qué es esto? La mente de esta malnacida está recuperándose, ¿amo? ¿Es usted amo? Oh, ya veo, no es el momento, jajaja, entiendo, entiendo, entonces me iré ha reponer mis fuerzas. Le fallé uma vez, no volverá a suceder.- Dijo mientras comenzaba a cerrar los ojos lentamente, entrando en un profundo sueño.- Nos volveremos a ver Aztaroth... quieras o no, yo volveré.

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¿Uh? Puedo jurar que por un momento sentí un escalofrío en la espalda, creo que mejor lo ignoraré. En este momento me encuentro frente al estanque de la casa de Aexa, lo miré por un rato debido a que la niña no salía, hoy día no había clases, es domingo. Mmm, es curioso que los meses tengan nombres diferentes al de mi Antiguo Mundo, pero los días sean iguales.

Seguí mirando un rato más el estanque hasta que escuché la puerta de la casa de Aexa abrirse, ella estaba saliendo vistiendo un vestido parecido al mío, al que obligadamente tuve que ponerme si quería salir, aunque no es tan malo, es muy fácil correr con esto, lo malo es que uno debe estar atento a que no se suba por el viento, porque en esta ciudad hay muchas veces que el viento golpea muy fuerte que levanta los vestidos.

-¡Azthi! ¡Hola!- Me dijo acercándose corriendo con una sonrisa en la cara.

-Algún día ganaré, sólo espera.- Dije antes de voltear a mirar por completo a Aexa.

-¿Otra vez te caíste en el estanque?- Me preguntó con una toalla y un vestido que al parecer era suyo.

-No es mi culpa, estoy seguro que aquí hubo una masacre hace mucho tiempo, está maldito, es la única razón por la que me esté cayendo.- Me defendí pisando el estanque, mala idea, me caí de nuevo.

-Si, es culpa de estanque y no tuyo.- Me dijo con una cara como si me estuviera creyendo.

Ella antes de que yo me parara, tiró el vestido hacia atrás de ella y me extendió la toalla. Ok... eso fue muy raro, un rato, ¿qué significa "ok"? Tal vez sea algo de mi antiguo mundo, no importa, ahora mismo estoy intentando pensar en la razón por la que tiró el vestido lejos de mí, pero antes de que siguiera pensando, Aexa estaba tratando de quitarme el vestido con el que ya me estaba secando, creo que esto ya es muy repetitivo, aunque es un misterio el cómo llegué hasta el vestido.

Luego de un rato ya me había secado y cambiado, Aexa me miraba cansada, parece que hubiera luchado con alguien fuerte... si, ya sé que fue conmigo, no sé por qué estoy diciendo cosas que no tienen nada que ver.

-Ah, ni siquiera así pude salvar la ropa con la que te ibas a cambiar, creo que tienes un gran problema.

"De muerte si"