CAPÍTULO 1.

42.6K 1.4K 435
                                    

Z.

Estar sobre un árbol es incómodo.

Y mucho más si cargas una Metralleta sobre tu hombro.

Hago malabares con los binoculares en una mano y los llevo a mis ojos, escaneando la multitud en busca de La Chica. Bueno, ella tiene veinticuatro años, pero me gusta decirle Chica, ella tiene la vida que yo nunca tuve, sólo la vi una vez antes de que su padre enviara toda mi vida a la mierda. Guardo esos recuerdos para más tarde y me centro en la tarea en cuestión. Ella está dando una fiesta en la casa de verano de sus padres, con todos sus amigos de la universidad de Harvard, así que veo cómo se divierte, pero me temo que todo lo que conoce debe terminar. El bastardo de su padre me arruinó, así que yo la arruinaré a ella. Completamente. Y sin remordimientos.

El odio dentro de mí me ayudará a lograrlo.

Veo jóvenes andando por todo el lugar, en los jardines, en cada lugar de la primera planta de la casa y por toda la zona de la piscina, alrededor y dentro de ella. No sé cómo voy a hacer para escabullirme dentro. Shawn ha estado averiguando y supuestamente el padre de La Chica guarda un mensaje para mí, y algo más que quiero en la caja fuerte de esta casa. El ritmo de la música a todo volumen llega a mis oídos y busco en la multitud a La Chica de mi foto.

Shawn la tomó hace tres días y mirando a La Chica, una estudiante de Derecho, elegante con una falda lápiz negra, una blusa de seda blanca y hablando por un bonito IPhone 5, no sé si podré encontrarla aquí, donde las etiquetas y la vestimenta no parecen importar, dado que todos están en bikinis y bañadores. Supongo que sólo podré guiarme por su largo cabello lacio y con ondas color miel y sus ojos grises. Ahora, las luces brillantes y de neón parpadean en la nueva oscuridad dentro de la casa y sé que todos están bailando en la improvisada pista de baile, lo que me dice que será difícil colarme hasta el sótano.

No hay nadie afuera...

Pero de repente, una chica furiosa sale hacia la piscina.

Ella es hermosa, pienso. Tiene un minúsculo bikini Prada de color blanco, unos tacones negros de aguja de doce centímetros, unas Ray-Ban en sus ojos, un peculiar collar de oro en su cuello y un IPhone, como el de mi foto, en sus manos. Estos dos últimos me confirman que se trata de La Chica que yo estoy buscando, aparte de su cabello color miel. Veo que sus ojos grises están furiosos y que sus respiraciones son fuertes, así que me pregunto qué fue lo que hizo que la Princesita se molestara.

Ella camina hacia el balcón en el jardín, el cual curiosamente está sobre la colina que es este lugar, y ella intenta calmarse. Lo único que veo es su espalda y creo que me he obsesionado con su hermosa espalda y su trasero increíble, con el cual me divertiré después de diez años de celibato obligado. Estoy apuntando mi Metralleta hacia ella, observando por la mirilla, apuntando hacia la curva de su esbelto cuello y justo cuando voy a presionar el gatillo, un tipo rubio y plástico como el Ken de Barbie sale directamente hacia ella. Suelto una maldición y agudizo mis oídos.

Bueno, mierda. No puedo oír nada, estoy a cinco metros del suelo.

Veo que ellos están discutiendo, La Chica ondeando furiosamente sus brazos, gesticulando reproches, y él, simplemente está suplicante, como un maldito perro faldero en busca de la aprobación de su amo. Ken intenta tocarla, pero entonces La Chica le da una sonora y dolorosa bofetada en su mejilla perfecta, dejando desencajado su rostro también perfecto. Suelto una carcajada por eso. La Chica le dice una última cosa y luego desaparece dentro de la casa. Al parecer, Ken es un idiota. Apunto hacia su cuello y halo el gatillo. El tipo cae como un peso muerto al césped y casi parece como si hubiera caído desmayado por el alcohol, borracho a juzgar por la botella de Vodka caro en sus manos. Sólo es un maldito sedante cuyo efecto es de larga duración.

El Secuestro. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora