'sus ojos grises se mezclaron con mi suerte'
Salí de aquel portal dando un portazo. Las lágrimas caían sobre mi rostro y no era capaz de detenerlas. El grito de mi padre sonaba en mi cabeza una y otra vez.
Era un capullo. Era la peor persona que jamás había conocido. Sus gritos y golpes diarios, su carácter... Dios, realmente lo odiaba como a nadie en la vida.
Cogí la capucha de mi chaqueta y me la puse bruscamente. Giré la calle y caminé sin siquiera saber hacia donde me dirigía. Una pequeña plaza se encontraba frente a mi, y enseguida visualicé a un chico apoyado en la pared de afuera de el bar al que yo siempre iba. Su pelo negro caía sobre su frente, y sus ojos grises me analizaban mientras avanzaba la calle. Sostenía un cigarrillo entre sus dedos, y el humo salía de sus labios, haciendo que desapareciera en el aire.
A ese chico lo había visto varias veces. Alguna de esas en una pelea o en ese mismo bar.
Por lo que sabía era un chico que no tenía mucho dinero, y no tenía unos padres como a todo hijo le gustaría tener.
El sonido de la música del bar se hizo más notable al avanzar la calle. Conocía al chico que trabajaba allí, por eso casi cada tarde iba a hacerle compañía o ayudarle a recoger las mesas.
Hubiera ido hoy si no fuera por como me sentía, pero no me veía con fuerzas ni con ganas de hablar con nadie.
Una vez pasé por el lado del chico, tiró el cigarro al suelo y lo apagó con el pie dando un paso adelante.
-¡Eh! -escuché su voz ronca.
No me giré y seguí caminando. ¿Si me veía llorar porque no me dejaba tranquila?
-¡Tú, niña! -volvió a hablar.
Me giré cabreada y lo vi parado con una pequeña sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]
Teen Fiction·Él estaba hecho para destruir, y decidió destruirme a mí· Llegó en el momento perfecto, cuando yo más lo necesitaba. Dijo ayudarme, mas no tardó en hacerme daño. Sabía que estaba rota, pero acabó por romperme del todo. Aquél chico con mirada frí...