Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]

capítulo 12

'hay que olvidar aunque nos duela, para poder amar sin dolor a todo aquel que nos quiera'

Cassie:

Abrí lentamente los ojos, acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana. Me senté en el sofá, y al ver que estaba en casa de Hunter intenté recordar que fue lo que pasó la noche anterior.

La puerta de su habitación se abrió, saliendo de esta Hunter algo serio. El tan solo caminó a la cocina. Ni si quiera me miró. Me levanté del sofá, confusa, y fui tras él.

Estaba abriendo la nevera, y pude apreciar como sus músculos se marcaban, al igual que su mandíbula. Debajo de sus preciosos ojos azules habían unas grandes ojeras, que aun así le hacían ver realmente bien. Lo único que llevaba puesto eran unos pantalones de chándal cortos grises, y debajo de estos se asomaban unos boxers.

Al ver que no paraba de mirarlo, apartó la vista de la nevera para dirigirla a mi. Levantó una ceja esperando a que hablara, y yo me removí en mi sitio incómoda ante su mirada tan seria.

-¿Estás bien? -fue lo único que se me ocurrió decir.

Cogió un zumo de la nevera y la cerró de un golpe.

-¿Tengo que estarlo? -preguntó él.

Rodé los ojos ante su comportamiento.

-¿Se puede saber que te pasa? -me acerqué a él y le quité el zumo de las manos, dejándolo en la encimera.

Bufó y puso las manos en la encimera, mirándome.

-¿Qué me pasa?

¿Porque no dejaba de responderme con mas preguntas? Hunter me sacaba de quicio. No habíamos discutido desde que comenzamos a salir, ni siquiera unos momentos por alguna chorrada, pero ahora no entendía porque estaba comportándose así. Tan solo me acordaba de que salí con Darren y que bebimos un poco. Nada más.

-¡Dios, Hunter! Deja de comportarte así -dije harta.

-¿Así cómo? -se encogió de hombros.

Me rendía. Si no quería hablar, no iba a obligarlo.

Rodé los ojos y salí de la cocina disparada. Fui a el sillón, cogí mi ropa ya que llevaba puesta una camiseta suya, y me puse los pantalones ahí mismo. El apareció en el comedor. Me puse los zapatos y me quité su camiseta para ponerme la mía sin importarme que me estuviera mirando.

-¿A donde vas? -preguntó.

Caminé hasta la puerta, pero cuando estaba a punto de abrir, Hunter vino corriendo y se puso delante de mi.

-Te estoy hablando.

Mi mirada se endureció.

-¿Ahora te preocupa eso?

-No te vas a ir de aquí sin que hablemos.

Lo miré mal y me senté en el sofá.

-Quiero que me digas que hacías ayer con Darren.

Entonces, me acordé de todo.