capítulo 18

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'Cada uno tiene un pasado del que huye'



Cassie:

Me levanté de la cama, con los ojos medio cerrados. No estaba preparada para otro día, pero si levantarme significaba ver a Hunter mas tarde, entonces lo haría. 

Caminé hacia la ducha, y me metí aun algo dormida. El agua recorría todo mi cuerpo, haciéndome despertar del todo. Hunter vino a mi mente de nuevo. Estaba realmente feliz de que dijera que iba a dejar toda esa mierda. Sabía perfectamente que le costaría, por eso iba a ayudarlo y apoyarlo todo el tiempo.

Salí de la ducha una vez terminé, y caminé hasta el armario para elegir sin mucha dificultad la ropa. Me puse un pantalón de chándal y una camiseta corta. Cogí mi mochila y la colgué en uno de mis hombros, después fui a por mis zapatos y me los coloqué bajando las escaleras. 

Mi madre se encontraba en la cocina, preparando dos cafés detrás de la encimera. Su pelo castaño tapaba la mitad de su rostro, y llevaba puesta una bata negra atada a su cintura. Levantó la mirada cuando notó mi presencia y sonrió. 

Una sonrisa que ocultaba tanto dolor...

Dejé la mochila en el suelo, y ella me tendió uno de los cafés. Se llevó el otro a sus finos labios. 

-Buenos días, cariño -dijo sentándose en un taburete al igual que yo. 

Cogí una galleta que había en la encimera y me la llevé a la boca. 

-Buenos días, mamá -dije sonriendo. 

Hacía tiempo que no hablaba con ella, lo que me destrozaba el alma al saber que era por mi culpa. 

-¿Qué harás hoy? -preguntó.

Me encogí de hombros ya que realmente no tenía ni idea. 

-Seguramente iré a ver a Colin cuando acabe el instituto. 

Ella asintió riéndose. 

-¿Qué pasa? -pregunté elevando las cejas.

Alzó la mirada divertida. 

-Él te gusta, ¿Verdad? 

Abrí los ojos sorprendida y negué repetidamente. 

-¿Qué? ¡Claro que no, mamá! -rodé los ojos- tengo novio.

Me alcé de hombros, echándole una mirada para ver su reacción mientras mordía otra galleta. 

Esta vez ella abrió los ojos sorprendida, y yo sonreí al verla de esa manera.

-¿Cómo? ¿Quién es? -dijo emocionada, con una sonrisa inmensa. 

Ella no sonreía así con el cabrón de su marido. 

-Es de este barrio -comencé tímida jugando con el café casi terminado, sin mirarle a la cara. 

-¡Cariño! Estoy tan emocionada de que tengas novio... -dijo dando una palmada -¿Y bien? ¿Quién es? ¿Es guapo? -levantó una ceja pícara, lo que me hizo rodar los ojos- ¿Es bueno contigo?

Asentí y ella pareció aliviada. 

-Se llama Hunter, y tiene diecinueve años -dije con una sonrisa. 

Ella quitó su sonrisa al pronunciar a Hunter, pero como se dio cuenta de que lo noté, volió a 'sonreír'. 

-¿Qué pasa? -me puse nerviosa -¿Lo conoces?

Mi móvil comenzó a vibrar, vi que era Hunter y lo cogí. 

-Nena, ya estoy fuera, baja -dijo él. 

-Voy, dame un minuto -y colgué. 

Me levanté y cogí mi mochila del suelo. 

-Mamá, ¿por que te has puesto así? - no pude evitar preguntar.

Ella se levantó y rodeó la encimera acercándose a mi. 

-Por nada, cariño, tan solo que... Es un chico algo... -me miró unos segundos-problemático. 

Me dio un beso en la frente y se alejó.

-Nos vemos luego -dijo subiendo las escaleras. 

Salí de casa y ahí estaba él. Tan serio y atractivo como siempre. Me miró con una sonrisa y se acercó a mi dándome un beso en los labios. 

Comenzamos a caminar y agarró mi mano mientras me contaba que trabajaba en un mecánico. 

-Hunter... -comencé a hablar cuando se hizo el silencio- no hace falta esto que haces. 

Él levantó ambas cejas, desconcertado. Suspiré para proseguir:

-Acompañarme cada día a el Instituto, y después a casa -dije mirándolo. Él tensó la mandíbula y me soltó la mano -Digo, que te lo agradezco, de veras, pero llegas cansado del trabajo, y que tengas que levantarte temprano por mi... 

-¿No quieres que te acompañe? -me interrumpió. 

-¡No! No es eso -dije rápidamente. 

Dejó de caminar y negó con la cabeza. Yo me paré junto a él, deseando que no se enfadara. 

-Si que lo es. Dímelo, y ya está. 

Me quedé callada durante unos segundos. No había querido decir eso. 

Hunter se giró y echó a caminar. 

-¡Eh, espera! -corrí hacia él. Me ignoraba por completo, lo que me enfureció un poco- ¿Pero qué te pasa?

Seguía caminando como si no estuviera, y eso me sacaba de quicio.

<< Joder, Hunter... ¿Porque te molestas tanto? ¡No he dicho nada malo!

Él se giró bruscamente, haciendo que yo retrocediera unos pasos por la cercanía. Su pelo oscuro estaba algo despeinado, y su cara se veía mas delgada, al igual que su cuerpo. Su mandíbula seguía acentuándose, y sus ojeras estaban como siempre. 

-Si que tiene importancia. ¿Porqué te preocupa que venga a buscarte? ¿No se supone que los novios hacen cosas de ese tipo? Intento llevar la relación lo mejor posible, pero eres insoportable. 

Echó a caminar de nuevo, y yo abrí la boca y los ojos sorprendida. ¿Que yo era insoportable?

Llegaba tarde a el instituto, pero no me importó en esos momentos. Lo seguí sin decir una palabra hasta que llegamos a su casa. 

Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora