'La piel de gallina si me rozas...'
Cassie:
No sé en que momento dejé que eso pasara. Solo se que me gustaba y por el momento no me arrepentía. Hunter seguía besándome, mientras agarraba con sus manos mi cara, inclinándome hacia él.
Salí de casa intentando calmarme, y desde luego que, Hunter lo había conseguido.
No quería pensar en lo que había visto por la mañana. Nadie confirmaba que Hunter se drogara. Fue una tontería que se me pasó por la cabeza en esos momentos. Mis suposiciones siempre fallaban.
Hunter se separó de mi y me miró a los ojos.
-¿Estás mejor? -preguntó.
Asentí y sonreí algo incómoda. ¿Porqué hablaba y besaba a alguien que no conocía de nada?
-Me alegro -sonrió - yo también estoy mejor.
Hunter y yo estuvimos hablando sobre nosotros, hasta que finalmente me acompañó a casa.
Cada vez que hablaba, no podía evitar mirar sus labios, y como al sonreír se marcaban sus hoyuelos. Cuando yo hablaba, sus ojos grises me miraban con atención, mas de la que me había dado mi padre nunca.
-Bueno, gracias por alegrarme la tarde -sonreí apoyada en la puerta de mi casa.
Él soltó una risa y asintió con la cabeza varias veces.
Se acercó a mi, y puso su mano en mi cintura y se inclinó hacia adelante y me besó.
Me quedé quieta y no dije nada. El beso me pilló desprevenida, pero no me quejaba. Sonrió ante mi reacción y se alejó por la calle oscura.
Entré dentro de casa y ahí estaba él, sentado en la mesa, comiendo con mi madre.
Levantaron la vista al verme, pero mi padre hizo como si nada y siguió a lo suyo.
-Cassie, cariño -habló mi madre - ¿Dónde estabas?
Rodé los ojos y caminé a mi habitación sin contestar.
Cerré de un portazo y me tumbé en la cama. Un mensaje de Hunter llamó mi atención.
Buenas noches, preciosa.
Sonreí al leerlo, pero decidí no contestar. Fui a ponerme el pijama y me acosté en la cama.
Cerré los ojos y pensé en su sonrisa hasta dormirme.
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Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]
Novela Juvenil·Él estaba hecho para destruir, y decidió destruirme a mí· Llegó en el momento perfecto, cuando yo más lo necesitaba. Dijo ayudarme, mas no tardó en hacerme daño. Sabía que estaba rota, pero acabó por romperme del todo. Aquél chico con mirada frí...