Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]

capitulo 25

'contigo curo los llantos...'

Hunter:

Llegué a casa hecho una furia. La rabia recorría cada parte de mi, haciendo que apretara los puños con fuerza, al igual que la mandíbula.

Ella me había dejado. Lo había hecho tan solo por no ponerse una puta sudadera. ¿Tanto le costaba entenderme? Solo yo podía mirarle. Ella no entendía que con esa sudadera, me ahorraba peleas e insultos. 

Aún con la mandíbula apretada, cogí el móvil y marqué a Steph, mi amigo de la infancia. 

-¡Tío! ¿Qué tal? -habló tras el teléfono

Sonreí al escucharlo. Lo quería demasiado. 

-Bien, bien -intenté reír- ¿Vienes a mi casa?

Lo escuché asentir rápidamente. 

-¡Ahora mismo, hermano! Llevo algo nuevo hoy, me la dieron ayer, pero sabía que sin ti no funcionaría. 

Al darme cuenta de lo que hablaba, asentí con una sonrisa. Justo lo que necesitaba para relajarme y olvidar a la idiota de Cassie...

Minutos después, sonó el timbre de casa. Abrí y ahí se encontraba Steph, con una ceja levantada de manera divertida, mientras se apoyaba a un lado de la puerta. Su pelo castaño estaba peinado hacia atrás de una manera desordenada, y sus ojos estaban algo rojos por sustancias anteriormente digeridas. Llevaba una pequeña riñonera colgada en el cuello, dejando la parte de adelante en el pecho. 

-¿Listo, querido amigo? preguntó Steph, sonriendo. 

Me acerqué a él, riendo. Le di un abrazo y le di palmadas en la espalda, después lo empujé adentrándonos en casa. 

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Unas voces me hicieron abrir los ojos. Escuchaba a Steph hablar bajo, y después una voz que hizo que me levantara de la cama rápidamente. 

Abrí la puerta de mi cuarto y fui a el salón. Steph estaba enfrente de la puerta, hablando con Cassie. Me quedé quieto durante unos segundos, ellos se giraron hacia mi y Steph sonrió. Cassie agachó la cabeza avergonzada al verme.

-Anda, Hunter -habló Steph- no me habías contado que tenías novia.

Caminé a paso rápido sin decir que ya no lo era, porque Steph intentaría algo con ella, y no estaba para tonterías. Cogí a Cassie del brazo y la llevé conmigo. 

-Ahora vuelvo -le dije a Steph.

-Claro, hermano -rió, e inmediatamente se intentó poner serio y levantó una mano en forma de aviso- pero no tardéis mucho, que me aburro.

Le saqué el dedo de el medio y entré a la habitación seguido de Cassie. Cerré la puerta y la miré serio.