'le dicen que no llore pero está desconsolada'
Hunter:
Steph se había marchado minutos después de que lo hiciera Cassie, y horas mas tarde ahí me encontraba yo, tirado en el sofá con la droga sobre la mesa. La cabeza me daba vueltas, y notaba como el corazón latía constantemente debajo de mi pecho, provocándome una sensación extraña.
La había estado llamando miles de veces al teléfono, y ninguna había contestado. Fui a buscarla a el bar donde Colin trabajaba, y el muy capullo no me dijo ni una palabra sobre donde estaba Cassie. Después fui a su casa, sin importarme que estuvieran sus padres, yo solo quería verla a ella, pero no estaba. Por eso en esos momentos me encontraba haciendo eso.
Hacia bastante tiempo que no lo hacía, ya que siempre pasaba los días con Cassie, y no me hacia falta recurrir a eso para sentirme mejor. Ella me hacia sentir mejor.
Cassie, Cassie, Cassie...
Repetía su nombre en mi cabeza una y otra vez, esperando que llamase o que se presentase pidiendo perdón.
Sin poder evitarlo, me acerqué a la mesita y coloqué mi rostro a centímetros de aquellos polvos blancos, mientras que con una mano cogía el billete de veinte euros que había justo a mi lado. Inhalé, y eché la cabeza hacia atrás.
La voz de Cassie advirtiéndome que no lo hiciera, y mi juramento de que lo dejaría aparecieron en mi cabeza, y me pasé las manos por el rostro deseando que se fueran.
El móvil comenzó a sonar, y cuando vi el nombre de Cassie en la pantalla lo cogí tan rápido como pude.
-¿Cassie?
-Hola, Hunter -habló en voz baja
¿Enserio?
-¿Hola, Hunter? -repetí- ¿eso es lo que tienes que decir? Te he estado llamando, joder, miles de veces.
-Lo sé, lo siento.
Nos quedamos en silencio, y parecíamos dos desconocidos intentando entablar una conversación. El hecho de que las cosas habían cambiado entre nosotros me dolía demasiado, y sin poder evitarlo una lagrima cayó por mi mejilla.
-¿Estás bien? -preguntó con voz dulce
-¡Si! -gruñí secándome las lagrimas- estoy perfectamente, ¿vale?
Mi mirada fue a la mesa, donde aún quedaba algo de droga. Cogí el billete y acerqué mi cara a este. Inhalé sin importarme que seguía en la llamada con Cassie.
-Joder... -gruñí por el efecto y sorbí la nariz.
-¿Hunter? -me llamó- ¿que haces?
-Cassie, no seas pesada.
Me relajaba el escuchar su respiración a través del teléfono. Minutos después, volvió hablar.
-Ábreme -dijo
Alcé las cejas.
-Abre la puerta, estoy fuera.
Me levanté del sofá algo mareado y abrí la puerta. Allí estaba ella, enfrente de mi.
Ella pasó y me miró detenidamente. Después su mirada dio con lo que estaba pensando, la droga que había encima de la mesa.
-Dios mio... -susurró
No me importaba que la viese. Estaba demasiado colocado para pensar en aquello.
-Me dijiste que lo dejarías, Hunter -dijo con lagrimas en los ojos.
-Si no te hubieras marchado no habría pasado nada de esto -me encogí de hombros- me hace sentir mejor.
Ella asintió, y habló:
-De acuerdo, entonces déjame probar
Alcé la vista incrédulo.
-¿Que acabas de decir?
Asintió de nuevo, acercándose a la mesa.
-Yo también quiero sentirme mejor, Hunter. ¿No funciona así o qué?
-Ni se te ocurra.
El imaginármela haciendo tal cosa me ponía los pelos de punta.
-¡Entonces deja esta mierda ya, joder! -gritó de repente- está acabando contigo, ¿no te das cuenta?
Empezaba a cabrearme, y ni siquiera sabía el porqué.
Caminé furioso a la mesa y cogí la droga como pude. Las manos me temblaban, no estaba pensando con claridad, pero fui a el baño y tiré la droga por el váter. Sollocé y tiré de la cadena.
Me apoyé en la pared, asimilando lo que acababa de hacer.
-Gracias por hacer eso -me abrazó Cassie.
Mi respiración comenzó a ser entrecortada, y le devolví el abrazo. El saber que había conseguido que estuviera de nuevo conmigo me hacia sentir mejor.
-Lo he echo por ti -susurré- espero que hayas entendido que te quiero.
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Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]
Teen Fiction·Él estaba hecho para destruir, y decidió destruirme a mí· Llegó en el momento perfecto, cuando yo más lo necesitaba. Dijo ayudarme, mas no tardó en hacerme daño. Sabía que estaba rota, pero acabó por romperme del todo. Aquél chico con mirada frí...