capitulo 40

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'le dicen que no llore pero está desconsolada'


Hunter:


Steph se había marchado minutos después de que lo hiciera Cassie, y horas mas tarde ahí me encontraba yo, tirado en el sofá con la droga sobre la mesa. La cabeza me daba vueltas, y notaba como el corazón latía constantemente debajo de mi pecho, provocándome una sensación extraña. 

La había estado llamando miles de veces al teléfono, y ninguna había contestado. Fui a buscarla a el bar donde Colin trabajaba, y el muy capullo no me dijo ni una palabra sobre donde estaba Cassie. Después fui a su casa, sin importarme que estuvieran sus padres, yo solo quería verla a ella, pero no estaba. Por eso en esos momentos me encontraba haciendo eso. 

Hacia bastante tiempo que no lo hacía, ya que siempre pasaba los días con Cassie, y no me hacia falta recurrir a eso para sentirme mejor. Ella me hacia sentir mejor. 

Cassie, Cassie, Cassie... 

Repetía su nombre en mi cabeza una y otra vez, esperando que llamase o que se presentase pidiendo perdón. 

Sin poder evitarlo, me acerqué a la mesita y coloqué mi rostro a centímetros de aquellos polvos blancos, mientras que con una mano cogía el billete de veinte euros que había justo a mi lado. Inhalé, y eché la cabeza hacia atrás. 

La voz de Cassie advirtiéndome que no lo hiciera, y mi juramento de que lo dejaría aparecieron en mi cabeza, y me pasé las manos por el rostro deseando que se fueran. 

El móvil comenzó a sonar, y cuando vi el nombre de Cassie en la pantalla lo cogí tan rápido como pude. 

-¿Cassie?

-Hola, Hunter -habló en voz baja

¿Enserio?

-¿Hola, Hunter? -repetí- ¿eso es lo que tienes que decir? Te he estado llamando, joder, miles de veces.

-Lo sé, lo siento. 

Nos quedamos en silencio, y parecíamos dos desconocidos intentando entablar una conversación. El hecho de que las cosas habían cambiado entre nosotros me dolía demasiado, y sin poder evitarlo una lagrima cayó por mi mejilla. 

-¿Estás bien? -preguntó con voz dulce

-¡Si! -gruñí secándome las lagrimas- estoy perfectamente, ¿vale?

Mi mirada fue a la mesa, donde aún quedaba algo de droga. Cogí el billete y acerqué mi cara a este. Inhalé sin importarme que seguía en la llamada con Cassie. 

-Joder... -gruñí por el efecto y sorbí la nariz.

-¿Hunter? -me llamó- ¿que haces?

-Cassie, no seas pesada. 

Me relajaba el escuchar su respiración a través del teléfono. Minutos después, volvió hablar.

-Ábreme -dijo

Alcé las cejas.

-Abre la puerta, estoy fuera. 

Me levanté del sofá algo mareado y abrí la puerta. Allí estaba ella, enfrente de mi. 

Ella pasó y me miró detenidamente. Después su mirada dio con lo que estaba pensando, la droga que había encima de la mesa.

-Dios mio... -susurró

No me importaba que la viese. Estaba demasiado colocado para pensar en aquello. 

-Me dijiste que lo dejarías, Hunter -dijo con lagrimas en los ojos. 

-Si no te hubieras marchado no habría pasado nada de esto -me encogí de hombros- me hace sentir mejor.

Ella asintió, y habló:

-De acuerdo, entonces déjame probar

Alcé la vista incrédulo. 

-¿Que acabas de decir?

Asintió de nuevo, acercándose a la mesa. 

-Yo también quiero sentirme mejor, Hunter. ¿No funciona así o qué?

-Ni se te ocurra. 

El imaginármela haciendo tal cosa me ponía los pelos de punta. 

-¡Entonces deja esta mierda ya, joder! -gritó de repente- está acabando contigo, ¿no te das cuenta?

Empezaba a cabrearme, y ni siquiera sabía el porqué. 

Caminé furioso a la mesa y cogí la droga como pude. Las manos me temblaban, no estaba pensando con claridad, pero fui a el baño y tiré la droga por el váter. Sollocé y tiré de la cadena. 

Me apoyé en la pared, asimilando lo que acababa de hacer. 

-Gracias por hacer eso -me abrazó Cassie. 

Mi respiración comenzó a ser entrecortada, y le devolví el abrazo. El saber que había conseguido que estuviera de nuevo conmigo me hacia sentir mejor. 

-Lo he echo por ti -susurré- espero que hayas entendido que te quiero. 






Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora