capitulo 33

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'siempre dolió mas decir que escuchar la verdad'


Cassie:


Estaba sentada en la vieja silla del instituto, escuchando hablar al profesor de algo que no me interesaba y que no entendía. Notaba que me miraba de vez en cuando, pero no dije nada y seguí prestando atención a cualquier cosa que no fuese él. 

El timbre sonó, pero me costó percatarme de ello. 

-Cassie -me llamó el profesor

Levanté la mirada y alcé una ceja. 

-¿Si? 

El chico rubio de los otros días, estaba recogiendo los libros torpemente, ya que me miró justo en el momento que yo lo hacía. 

-¿Has ido a ver a la psicóloga como te dije? -volví a poner mi atención en el profesor

Negué con la cabeza y me encogí de hombros. 

-No lo necesito 

Él suspiró y negó

-No lo entiendes -rió- a todo el mundo le va bien, no significa que te pase algo. Tan solo creo que te vendría bien...

Rodé los ojos. 

Él chico rubio pasó por mi lado, y sin poder evitarlo, le sonreí tímidamente. Puso cara de asombro, pero enseguida la corrigió por una sonrisa algo nerviosa. 

-Mire -me dirigí a el profesor- yo iré, ¿Vale? Pero si no me gusta, dejará de darme la lata y lo dejaré ¿De acuerdo?

Rió y asintió. 

-Hecho 

Salí de la clase y comencé a caminar por los pasillos. Una vez en frente de mi taquilla, la abrí y guardé los libros que ya no necesitaba para el resto de el día. Giré mi cabeza y vi a Darren algo serio, a unas cuantas taquillas de la mía. Me acerqué a él torpemente, esperando que no estuviera enfadado por dejarlo tirado el día anterior. 

-Hey... 

Desvió la vista de la taquilla hacia mi y alzó las cejas. No parecía muy contento. Cuando vi que volvió a centrar la vista en la taquilla sin siquiera hablarme, el pánico se apoderó de mi. 

-Venga, Darren -dije suplicante- no pude ir

Cerró la taquilla en un golpe seco, y me miró con una sonrisa irónica. 

-Claro, tú novio siempre es mas importante

La rabia era evidente en su voz, y no sabía como llevar aquella situación. 

-No te enfades, por favor

Negó con la cabeza y me miró. En ese momento supe que ya se estaba ablandando. Solo tenía que insistir un poco mas. 

-Venga, no puedes ponerte así por eso -seguí hablando

Suspiró derrotado, y me abrazó chasqueando la lengua. 

-No vuelvas a dejarme de lado -rió- no hablo solo de cuando quedemos, sino en general. 

Asentí sonriendo, y comencé a caminar con él por los pasillos. Yo me detuve en la puerta de la psicóloga, dispuesta a entrar. 

-Tengo que entrar, luego te cuento que tal. 

Me lanzó una mirada confusa, pero como no podía explicárselo en esos momentos porque tenía que ir a clases, asintió y me mandó un beso en el aire. 

Toqué la puerta y abrí, sin saber muy bien que debía de decir y que debía de pasar. 



Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora