Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]

capitulo 11

'Yo sé que te mereces ser feliz, por eso te pinto el cielo de azul aunque esté de color gris'

Cassie: 

Una vez en la casa de Hunter, me llevó a el sillón y me tiró. 

Se llevó las manos a la cabeza y suspiró. Parecía enfadado. No pude evitar soltar una risa al verlo así. Su cara de fastidio me hacía gracia, al menos en esos momentos. Era inevitable. 

Él me miró serio e intenté detener mi risa. 

-¿Qué es lo que te hace tanta gracia? -preguntó claramente cabreado. 

Me callé y por fin dejé de reírme. Al darme cuenta de la situación, empecé a sentirme mal. 

Se acercó a mi amenazante, y puso su cara a centímetros de la mía. 

-¡Responde! -me encogí, y se me quitaron todas las ganas de reír.  

Debía de admitir que me asustaba verlo así de cabreado, no sabía que se había molestado tanto. 

-¿Como se te ocurre, Cassie? -preguntó elevando la voz -¡Joder! ¿Que mierda hacías en el bar? ¿Porqué querías estar con Colin, eh?

-Hunter, cálmate -dije -siento si te ha molestado, no hacía falta que vinieras. Y he ido al bar porque no quería molestarte. 

Hunter se movía por todo el salón nervioso. 

-Pues la próxima vez, vienes a mi casa. Me da igual si estamos enfadados o cualquier cosa, vienes a mi casa y punto. Es que, ¿Sabes qué? No va haber próxima vez. No saldrás y ya está. 

Lo miré en silencio. Estaba cansada y no quería discutir. No lo habíamos hecho desde que salíamos no iba hacerlo en ese estado. 

-¿Con quién estabas antes de ir a el bar? -volvió a hablar. 

Lo miré sin saber si contestar, pero levantó las cejas esperando una respuesta.

-Con un amigo -dije sin mirarlo. 

Dejó de caminar y se tensó en su sitio.

-¿Con qué amigo?

-Darren -lo miré. 

Suspiró y llevó la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Su mandíbula se hizo mas notable, y la nuez de su cuello se veía desde lejos. 

Sin decir nada, se fue a la habitación. Minutos después, volvió con una camiseta suya y unas mantas. Las tiró en el sofá, donde yo estaba, y volvió a el cuarto, esta vez sin decir nada. 

Me puse su camiseta y me tapé con la manta. Intentaría hablar con él al siguiente día, no me gustaba verlo de aquella forma.