capitulo 35

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'recorro tu cuerpo beso a beso'


Cassie:


Hunter y yo estábamos acostados en su cama, y el acariciaba mi pelo mientras yo lo rodeaba con mis brazos. Hacía bastante rato que estaba callado, y parecía estar pensando en alguna cosa que lo entristecía. 

-Hunter -lo llamé- ¿Estás bien?

Alcé la vista y él me miró unos segundos con una triste sonrisa. Asintió con la cabeza, como si el hecho de hablar le doliera y le hiciera romper a llorar. Entonces, en ese momento, vi una lagrima caer por su mejilla. Me levanté alarmada y me incliné hacia el en la cama. 

-Joder, Hunter -lo abracé- ¿Que te pasa?

Su llanto sonó por toda la habitación. Lo abracé todavía mas fuerte, ya que me vinieron ganas de llorar al verlo de aquella forma. 

-¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, no?

Hunter asintió con la cabeza enterrada en mi cuello, mientras seguía llorando y respirando entrecortadamente. 

-Nadie me quiere, Cassie -sollozó

Cogí su cara con mis manos, y le di un beso. 

-Hunter, yo te quiero -susurré- ¿Porque dices eso?

Negó con la cabeza y cerró los ojos. Respiró intentando relajarse. 

-No lo entiendes -dijo- mi padre está muerto, no hablo con mi madre, mi hermano está cabreado conmigo, y a mi abuela no la veo... Eres lo único que me queda. No te vayas, por favor...

Me miró con desesperación. 

No sabía que decir ante lo de su familia, así que solo respondí:

-No lo haré

Pareció relajarse, y entonces me besó. Puso su mano alrededor de mi cuello, acercándome a él. 

-Demuéstramelo -susurró- Lo necesito. Te necesito

Abrí los ojos sorprendida sin despegar mis labios de los suyos. 

-¿Qué?

Llevó una de sus manos a mi camiseta, y la sacó rápidamente. 

El corazón parecía querer salir disparado. No sabía que decir, y cada vez que intentaba hablar, el tacto de su piel con la mía, me hacia callar. 

Cuando su mano tocó el botón de mi pantalón, negué con la cabeza, reaccionando. 

-No, no -me quejé- Hunter, para

Sus ojos me miraban con súplica y desesperación, y me hacia sentir débil. 

-Cassie, por favor -dijo él, rodeando mis caderas- no me hagas esto, necesito sentirme mejor...

Sentía que la cabeza iba a explotarme en cualquier momento. No estaba segura del todo, pero quería que se sintiese bien, y quería ayudarlo a olvidar. 

-Has dicho que me quieres, Cassie -insistió- demuéstralo, joder

Al ver que no me negaba, me besó de nuevo. Ésta vez le intenté seguir el ritmo, pero lo hacía con tanta desesperación que no podía. 

-Iré despacio -me dijo

Era mi primera vez, y preferiría no hacerlo, pero satisfacerlo a él era lo único que deseaba. Cuando él quedó en ropa interior, me desabrochó el pantalón y quedé igual que él. Los nervios aumentaban y Hunter iba depositando besos por mi cuerpo. Satisfacía de alguna manera, pero el pensamiento de no estar segura seguía invadiéndome. Se inclinó hasta una mesita que había al lado de la cama, y cogió un preservativo. Tragué saliva nada más verlo, y cerré los ojos esperando que todo terminase. Todo sea por él. Escuché como lo abrió, pero no fui capaz de mirar. Noté su peso encima de mi, y gemí en modo de sorpresa. 

-¿Sabes que te quiero, no? -jadeó

Asentí frenéticamente, tan solo para que se callara. 

Cuando quitó mi ropa interior y se posicionó entre mis piernas, sentí que me desmayaría en cualquier momento. Tenía miedo de que doliera, pero no era momento de echarse para atrás, ¿no?

Noté un horrible dolor cuando comenzó a entrar en mi. 

-Mierda -logré decir

Las lagrimas no tardaron en caer, pero Hunter solo se disponía a gemir y decirme lo mucho que me quería. 

-Hunter -sollocé, intentando que parara- dijiste que irías despacio

Hacia rato que había comenzado a ir deprisa, y me estaba doliendo una barbaridad. No sabía de que manera decirle que me hacía daño, porque él parecía muy concentrado en ir mas rápido. 


Cuando por fin salió, se acostó a mi lado y miró a el techo. Yo me limpié las lagrimas y me levanté como pude. 

-¿Donde vas? -preguntó

Me giré hacia él. Se ponía su ropa interior, mientras me miraba esperando una respuesta. 

-A mi casa -murmuré

Comencé a vestirme, sintiendo su mirada sobre mi. 

-¿Qué te pasa?

-Dijiste que irías despacio -volví a llorar

Él chasqueó la lengua y caminó hacia mi, para después abrazarme. Sin poder evitarlo, lo rodeé con mis brazos. 

-Nena, no he querido hacerte daño... -susurró en mi oído- sabes que nunca lo haría adrede. Te quiero



Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora