capitulo 28

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'me duele el corazón de quererte tanto'

Cassie:

La policía salía de casa con Hunter esposado por supuesto vandalismo. Estaba cabreada. Con Hunter por pegar a mi padre y a mi madre por llamar a la policía. 

Le dije que no lo hiciera, pero como siempre, no me hizo caso. 

-Cassie, he tenido que hacerlo -dijo ella

Un policía hablaba con mi padre, que estaba sentado en el sofá tocándose la cara y después mirando la sangre que quedaba en la mano. 

Jódete. 

-También has tenido que hacerlo cuando nos pegaba -escupí con asco- a ti y a mi

-Hija, ese chico no es bueno para ti, era lo mejor

Apreté la mandíbula y negué. 

-¡No me llames hija! ¡No intentes darme lecciones! 

Ella se acercó a mi con lástima, pero la empujé y caminé hasta la puerta. 

-Ni se te ocurra tocarme -alcé la voz- ¡Iros a la mierda!

-¿Dónde vas? -dijo mi madre

Mi padre y el policía se habían girado debido a mi grito, pero solo cerré la puerta de un portazo. Comencé a caminar hasta comisaría, necesitaba verlo y saber cuanto tiempo estaría allí. 

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Abrí la puerta y caminé por la sala hasta llegar a una pequeña oficina, donde había un señor mayor mirando unos papeles. 

-Perdone -hablé, captando su atención- ¿Sabe si está aquí Hunter Collins?

-Si -asintió- ¿Es usted familiar?

Negué. 

-Soy su novia.

Asintió observándome y llamó a un policía que había por la sala. 

-Lleva a la chica donde el chico que acaba de llegar, Hunter Collins.

El policía asintió y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera. Iba delante de mi y observé lo alto que era. Parecía unos años mayor que yo, y parecía tener un cuerpo bien trabajado. Aparté mi vista de aquel policía y comencé a mirar por la sala, queriendo encontrar a Hunter lo antes posible. 

-Por aquí -habló el chico.

Giramos un pasillo y quedamos de nuevo en una sala con tan solo asientos, donde en estos estaban los que estaban detenidos, y unos cuantos policías en las esquinas de las paredes vigilando. 

-Ya estamos.

Miré por la sala desesperada. 

-¡Cassie! -escuché su voz- ¡Cassie, cariño! 

Lo vi sentado en una silla lejana y corrí hacia él. 

-Cassie, amor mío -habló- tienes que sacarme de aquí.

 Llegué a su asiento y me arrodillé hasta quedar a su altura. Lo abracé y él suspiró

-¿No estás enfadada?

Negué y lo besé. 

-Cassie, por favor -habló- no quiero pasar la noche aquí, es una mierda.

Lo miré elevando las cejas.

-¿Ya has estado aquí antes? 

Asintió y miró la sala. 

-¿Has venido con ese? -señaló con la cabeza a el policía que me guió hasta aquí

-Si, ¿Porqué? 

Hunter apretó la mandíbula. ¿A que venía esto? Estábamos aquí porque había pegado a mi padre, daba igual quien me acompañase hasta él. 

-¿Le has dicho tú que te acompañe? ¿Porqué a él?

Me levanté del suelo y me reí falsamente. 

-¿Te estás riendo de mi? -me puse seria.

-Vale, vale -suspiró- lo siento.

Colocó los codos en las rodillas y se pasó las manos aún esposadas por el pelo. Estaba tenso, y no sabía que hacer para que se sintiera mejor. Frustrado, dio una patada a la silla de enfrente. Los policías se sobresaltaron, pero no dijeron nada. 

-Te dije que no hicieras eso -susurré cogiéndole la mano.

-No me arrepiento -dijo serio.

Miré hacia abajo sin saber que decir. 

-Eh -me llamó- Pasaré la noche aquí. Ves a mi casa ¿Vale? 

Asentí. No quería volver a la mía, así que no me oponía. 

-Steph estará también- apretó la mandíbula- ¿Me prometes que te irás a la habitación nada mas llegar?

Rodé los ojos. 

-Lo prometo.

Sonrió y me dio un beso. Un policía se acercó y lo levantó. 

-Hora de irse -habló.

Hunter lo miró mal y comenzaron a caminar fuera de la sala. 

Suspiré y salí de allí para ir a casa de Hunter. 







Destruyeme, amor [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora