Treinta y siete

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-¿Quieres tostadas o cereal? -inquiere Harry con desesperación.

Hemos pasado alrededor de diez minutos tratando de elegir qué desayunar, el menú de Harry en la mesa desde hace siete minutos ya que él eligió su desayuno en tres minutos pero yo no, y eso parece exasperarlo con demasía.

-Aún no lo sé Harry -ruedo los ojos y repaso de nuevo el menú con mis ojos.

Finalmente me decido por un omelette, luego de llamar al mesero y que traigan nuestro desayuno nos dirigimos a buscar a Louis, por supuesto que le llevamos el desayuno ya que podría apostar a que sigue dormido como un oso, sonrío ante el pensamiento y toco la puerta de la habitación, Harry me mira expectante y yo me impaciento, vuelvo a tocar y a los dos segundos un soñoliento Louis aparece detrás de la puerta.

-Buenos días bello durmiente -siseo entrando a su habitación.

-Hola -dice con la voz ronca.

-Te hemos traído el desayuno -le enseño el plato lleno de comida y él sonríe.

-¿Ustedes ya comieron? -inquiere y yo asiento -¿Acaso me he perdido de algo? -nos ve de arriba a abajo a ambos.

Me pongo colorada al instante, no puedo siquiera hablar y al parecer Harry lo nota porque él es el que contesta.

-Nada importante -suelta encogiéndose de hombros pero Louis parece dudar.

Sin embargo no dice nada y comienza a comer mientras Harry enciende la televisión.

(...)

El día pasa rápidamente y para el anochecer estamos planeando ir a cenar, Louis prácticamente toma cada tipo de comida de la barra y lo trae a la mesa, Harry y yo reímos mientras comenzamos a comer, pedimos un gran jarrón de cerveza que no se acaba incluso cuando Louis va por su tercer trago, Harry por el segundo y yo aún sigo con el primero. La pasamos de maravilla mirando el partido de fútbol en la televisión del restaurante y cuando el equipo favorito de todo el lugar anota, los gritos y los golpes de los vasos de cerveza no se hacen esperar, reímos mucho durante unas horas más hasta que el partido finaliza con la victoria de nuestro equipo. Así que salimos del lugar y Louis plantea ir al club un rato pero Harry declina la oferta alegando que estuvimos ahí ayer y que iremos a otro lugar, Louis le saca el dedo del medio a su mejor amigo y farfulla un "Ustedes se lo pierden" antes de seguir el gran bullicio de la música y adentrarse en el club.

-¿A dónde vamos? -inquiero caminando al lado de Harry.

Sus pasos son lentos y es lo único que se escucha en el camino, bueno eso y las olas del mar, su respiración es relajada y serena, noto como sonríe sin mostrar los dientes y sus hermosos hoyuelos aparecen.

-Ya lo verás -es lo único que dice y continúa caminando.

Llegamos a un lugar amplio de la playa y veo a las personas sentadas en el césped, una gran pantalla al frente, un puesto de palomitas y refrescos, mis ojos se iluminan al comprender que se trata de una película bajo las estrellas, sonrío en dirección a Harry y él también lo hace.

-Sé cuánto te gusta The notebook -se relame los labios y mete las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

-¿De verdad es esa la que pondrán? ¡Me encanta esa película! -chillo y lo abrazo.

Aspiro el olor del perfume en su camisa y me tranquilizo de inmediato, estas son las pequeñas cosas que amo de este hombre, estos pequeños detalles pero tan significativos para mí.

-Ven, vamos a sentarnos -toma mi mano y nos guía hasta un lugar cerca de la pantalla.

Sus ojos brillan bajo la luz de la luna y me quedo embelesada mirándolos.

Falling In Love |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora