Dos

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Kendall sentía como en cualquier momento iba a derrumbarse, sus piernas flaqueaban y estaba segura de que fallarían llevándola al suelo, podía sentir el corazón retumbar en sus oídos al mismo tiempo que se le aceleraba el pulso, esos ojos verdes que tanto le habían gustado durante tres años la examinaban de pies a cabeza mientras que ella nisiquiera podía moverse de su sitio, cuando por fin reaccionó giró la cabeza hacia sus amigas que estaban igual que ella, sus pies se movieron pensando en marcharse del lugar sin embargo ya era demasiado tarde; él ya estaba allí.

-Hey -llamó la atención de la ojiazul con una sonrisa encantadora -Mis amigos y yo nos preguntabamos si querían ir a hacernos compañía un rato -miró a sus amigos para segundos después devolver su mirada a la chica que tenía en frente.

¿Cómo podía llegar y decirle así como si nada a una desconocida si quería ir con él?

-Y-Yo, ya nos íbamos -tartamudeé al fin logrando completar una oración.

-No es verdad -comenzó a decir Skylar ganándose una mirada de desconcierto por parte mía -Nosotras ya nos vamos pero Kendall con gusto te podría acompañar.

¡¿Qué?! ¿No está haciendo lo que creo verdad? Juro que voy a matar a Skylar en cuanto salga de esto.

-Genial, vamos -cabeceó para que lo siguiera y comenzó a caminar, cuando ya no podía verme me volteé fulminando a Skylar con la mirada.

-Luego te explico, ve -tomó mi mochila para entregármela y salió de la plaza dejándome sola con... con Harry.

Caminé un poco tímida hacia donde estaban sus amigos que no me quitaban la vista de encima, pronto comencé a sentirme nerviosa pero al intercambiar la mirada con Harry pude tranquilizarme.

-Sientate aquí -palmeó un lugar al lado suyo y así lo hice -¿Cómo te llamas?

Simplemente no podía creer que estaba aquí, al lado de Harry que estaba preguntando por mi nombre.

-Kendall -siseé tratando de no hacer contacto visual, si lo hacía probablemente me pondría más nerviosa.

-¿Kendall a secas?

-Benson -reparé mientras jugaba con mis dedos, por más que tratara de ocultar mi nerviosismo no podía.

-Yo soy Harry Styles -me mostró su hilera de dientes jodidamente perfecta.

-Lo sé -murmuré apenas para mí, Harry pareció confundirse cada vez más.

Renegó con la cabeza -¿Ya me conocías? -interrogó frunciendo el ceño y tragué fuerte.

No podía confesarle que durante tres años estuve, estoy babeando por él, no podía decirle que era mi amor platónico y mucho menos que venía para observalo a menudo, creería que soy una loca si se enterara.

-Larga historia -resoplé encogiéndome de hombros, pude escuchar a Harry bufar a mi lado para luego sentir su tacto sobre mi barbilla.

Elevó mi rostro para que lo viera a los ojos, verdes como esmeraldas, brillantes y preciosos como siempre, quedé en trance mirando sus ojos y también algo sorprendida por su acción.

-Tengo tiempo -replicó elevando las comisuras de su boca.

¿Por qué me está mirando endemoniadamente así? Hice una mueca en desaprobación y gracias al cielo divino, bello y hermoso sus amigos interrumpieron antes que de mi boca saliera alguna idiotez, Harry soltó el agarre que tenía en mi barbilla y se volvió hacia ellos.

-Vamos por otra ronda. ¿Te apuntas? -preguntó un chico bastante guapo.

¿Por qué todos ellos tienen que estar tan condenamente buenos?

Falling In Love |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora