Falling In Love |H.S|

Veintiocho

Han pasado solamente cinco días desde que Harry se fue sin embargo yo lo siento como una eternidad, necesito verlo, saber cómo está, escuchar su voz, pero nisiquiera contesta mis llamadas. Llamé a Louis esta mañana para decirle que estaba lista para hablar con él, que me explicara todo y así poder entender el por qué se fue, así que ahora mismo me dirigía a casa de Louis, en el camino pasé por la plaza y sentí una punzada de dolor en mi pecho al saber que no estaba allí, era doloroso saber que no lo vería en un año, no ha pasado apenas ni una semana y lo extraño, estoy a punto de seguir caminando cuando alguien me toma del brazo.

-¡Kendall! -sisea un asombrado Niall -Hace tiempo que no te veía ¿Qué te habías hecho?

-Yo, ya sabes sólo necesitaba estar sola un tiempo -me encojo de hombros.

-No contestabas mis llamadas, no supe nada de ti durante mucho tiempo, trataba de contactarte pero nada, yo... te extrañaba -dice mirándome con sus lindos ojos azules.

-Lo siento ¿Si? Necesitaba pensar, quería un tiempo a solas -muevo mis manos para explicarme mejor.

-¿Y no podías decirme? Estuve como loco tratando de saber de ti -protesta y me enojo un poco.

-No somos absolutamente nada Niall, sí, tuvimos algo antes y eso pero es todo, no tengo por qué darte explicaciones ni decirte a dónde voy ni lo que hago -sé que sueno un poco borde pero necesito dejárselo claro.

Su cara es todo un poema.

-Pensé que sí lo éramos pero al parecer me equivoqué. ¿Es que sigues enamorada de Harry todavía? ¿Por eso no quieres estar conmigo? -inquiere y presiono mi sien con fuerza.

-Mira Niall, ahorita no tengo cabeza para esto, yo...

-Entonces es verdad, aún lo amas -sonríe sin ganas -¡¿Cómo puedes seguir enamorada de una persona que te hizo tanto daño?! ¡Por Dios Kendall él te usó, jugó contigo, te trató como si fueses una fácil y no conforme con eso, te dejó, se fue y no le importó lo que tú sintieras! ¡¿Cómo puedes ser tan estúpida al seguir amándolo?! -grita y lo siguiente que se escucha es mi mano impactar contra su rostro.

-¡Eres un imbécil! -grito y corro lejos de él.

Las lágrimas se desbordan de mis ojos y yo sólo trato de quitármelas para poder ver hacia donde voy.

¿Por qué todo el mundo se empeña en separarme de Harry?

Cuando ya me he tranquilizado llego a casa de Louis, tomo un respiro profundo y toco el timbre, a los pocos segundos un agitado Louis y sin camisa me recibe, sonrío y enarco una ceja.

-No es lo que piensas -se adelanta a decir y estallo en una carcajada.

La primera en cinco días.

-Pasa -se hace a un lado y entro -Estaba haciendo ejercicio para mejorar el día un poco.

-Ya veo... -digo observando la toalla tirada en el piso y las botellas de agua.

Louis recoge entonces la toalla y las botellas y me dice que suba a su habitación, el llega luego de haber puesto todo en su lugar y me sonríe.

-Bien, voy a tomar un baño, si quieres esperas o te metes conmigo un rato -me guiña un ojo y luego se ríe.

-Puedo esperar -río yo también.

-Como quieras, tú te lo pierdes -vacila y se mete al baño.

Sonrío y niego con la cabeza, estar con Louis es muy agradable, siempre pensé que era una persona mala y eso pero luego de conocerlo y que me trajera a su casa aquella vez para hablarme de Harry me di cuenta que no era así, es muy buena persona, muy gracioso y amable. Luego de unos diez minutos por fin sale de la ducha, toma una playera de su armario y la pasa por sus hombros seguido de una bermuda, debe estar acostumbrado a cambiarse frente a otras mujeres porque nisiquiera se inmuta.