Falling In Love |H.S|

Cinco

Bueno Gemma muchas gracias por todo -agradezco refiriéndome a toda la comida que me ha traído -Creo que ya es hora de que me vaya.

Me levanto del banco y comienzo a recoger todo el desorden que causamos en la encimera.

-Oh no hace falta cariño, yo recogeré todo, mejor apresúrate antes de que se te haga más tarde -me arrebata las cosas de las manos y continúa con el trabajo.

-Bien, iré a despedirme de Harry entonces.

-Segunda puerta a la derecha -me dice y tengo que aguantarme las ganas de decirle que ya lo sé, que ya estuve en su habitación.

Gracias -le dedico una pequeña sonrisa y salgo de la cocina.

Subo las escaleras y llego al pasillo, un olor exagerado a hierba inunda todo el sector de arriba y mi cuerpo reacciona tociendo unas cuantas veces, toco la puerta de su habitación pero Harry no se dispone a abrir así que entro para encontrarme a Harry sentando en la cama y como me lo imaginé, con un cigarro entre sus labios, me examina por unos segundos tratando de buscar alguna señal de sorpresa en mí sin embargo no la encuentra.

-Ya me voy -anuncio esperando su respuesta.

Me ignora.

-Harry me voy -repito.

Silencio.

-¡Maldita sea, Harry! -me acerco a él y le arranco el cigarro de la boca, me fulmina con la mirada -Te estoy hablando.

-Te había escuchado la primera vez -espeta entre dientes -¿Qué necesitas? ¿Una invitación de mi parte para salir?

¿Pero qué le pasa? Desde que he estado hablando con él se ha comportado extrañamente amable. ¿Ahora viene y se comporta como un gilipollas? En realidad siempre ha sido así, nunca es amable con nadie y por eso me pareció extraño que lo fuese conmigo.

-Sólo venía a despedirme de ti pero por lo que veo te da igual -ruedo los ojos y me volteo caminando hacia la puerta.

Tomo el pomo de la puerta y lo giro pero la mano de Harry empuja la puerta cerrándola de inmediato.

-Lo siento, soy un idiota -me acorralada contra la puerta y su mano sigue apoyada allí, a la altura de mi cabeza.

-Está bien -voy a esquivarlo por el costado pero su otro brazo amenaza con detenerme.

Ahora me siento como una pequeña oveja, frágil ante los ojos de un lobo feroz, su ceño está fruncido y puedo notar cómo se relame los labios al posar su mirada en los míos.

-Joder tus labios -ronronea y frunzo ceño.

-¿Qué tienen? -pregunto confundida mientras me llevo la mano a los labios, los repaso con mis dedos pero no hay nada

Él me toma de la mejilla y desliza sus dedos por cada centímetro de mis labios, pestañeo unas dos veces cuando me percato de que está eliminando el poco espacio que nos separa.

-H-Harry -tartamudeo al mismo tiempo que su aliento choca con mi rostro, un olor a menta combinado con el amargo de la hierba me estremece el cuerpo.

Había soñado con este momento miles de veces, parecía un sueño muy lejano de cumplir sin embargo ahora estaba aquí, podía asegurar que no era un sueño y en mi interior estaba gritando de la emoción, él iba a hacerlo, me iba a besar.

Siento que pasa una eternidad mientras llega ese beso y cuando por fin nuestras narices rozan por acto reflejo mis ojos se cierran, sus labios apenas rozan los míos mientras poco a poco el beso se va profundizando cada vez más, su lengua juguetea en mis labios y segundos después abro la boca y le doy paso para que haga lo que fuese con la mía, ahora nuestras lenguas están sincronizadas y las manos de Harry descienden a mi trasero proporcionándole un ligero apretón, aunque no habría dejado a nadie hacer lo que él está haciendo lo dejo pasar, era mi amor de años, todo lo que había soñado. ¿Por qué no dejarlo?