Falling In Love |H.S|

Cuatro

Harry.

El olor a hierba estaba inundando todo el jardín trasero de mi casa pero sinceramente me valía una mierda, a mis padres también les valdría una mierda lo que pase conmigo o no; siempre están ocupados y por supuesto nunca tienen tiempo, mi hermana... bueno ella es normal, la típica hija perfecta que estudia en la universidad, cosa que yo no soy, sin embargo es la única que se preocupa por mí en esta casa, a pesar de ser cuatro años mayor que yo, siempre la vi como una hermana menor, yo la cuidé toda su vida, y ella me cuidaba a mí, era algo mutuo de hermanos.

-Harry... -la voz de Kendall me hace sobresaltar y de inmediato tiro el cigarro.

Me volteo en la dirección de la que proviene el sonido y efectivamente Kendall viene hacia acá, mostrando sus piernas perfectamente bronceadas, joder.

¿Por qué le tuve que prestar un bóxer tan corto?

Ahora tendré que aguantarme y tratar de no mirarla ya que no puedo follármela como quisiera.

-Sí aquí estoy, ven -lentamente abre la puerta de vidrio que nos separa y se coloca a mi lado.

-¿Qué haces? -me mira con sus hermosos ojos azules...

¿Hermosos? ¿Por qué putas estoy mirando sus ojos?

-Nada, pensaba patinar un rato en mi skate pero...

-No -me interrumpe -Digo, puedes hacerlo si quieres, es más quiero que lo hagas -sonríe mientras se sonroja.

Bajamos las escaleras y llegamos al césped, le muestro la piscina que usualmente tendría que estar llena de agua pero aquí es diferente, mi familia no pasa mucho tiempo en casa así que le di un buen uso. ¿Para qué tener una piscina de mierda que nadie va a usar, si puedo tener mi propio lugar exclusivo para patinar? Entonces se me ocurrió la idea de usarla como rampa y así patinar aquí en mi casa cuando no tuviese ganas de ir con los imbéciles drogadictos de mis amigos.

Llevo a Kendall hasta una pequeña mesa con sombrilla que se encontraba cerca; sí lo sé es demasiado, mis padres son bastante compulsivos a la hora de gastar el dinero, por eso la casa que tenemos es tan grande, por eso hay una piscina y mesas y sillas de playa, por eso hay tantas habitaciones, por eso esta casa tiene tantos lujos... ¿Para qué toda esta mierda? Ellos nisiquiera viven aquí, sólo vienen para dormir y luego se van.

-Harry -la melodiosa... la voz de Kendall me saca de mis pensamientos y noto que estoy parado como un idiota mientras ella ya tomó asiento.

-¿Ah? -ladeo la cabeza y acomodo un poco mi cabello, joder nunca se queda en su lugar, y antes de que la ojiazul diga algo aburrido me adelanto y la interrumpo -Voy a patinar un rato, si quieres quédate aquí.

Tal y como me lo esperaba ella asiente, tomo uno de mis skates y comienzo con lo mío; con lo único que me distraía de toda la porquería que giraba a mi alrededor, puedo notar como ella sonríe cada vez que hago un giro sobre las ruedas y también el pánico que le da cuanto salto desde el borde de la piscina para tomar impulso, es bastante entretenido ver sus graciosas reacciones y que de algún modo también logran distraerme, cuando estoy con mis amigos generalmente estamos patinando o colocándonos, o yendo de fiesta en fiesta y de zorra en zorra, la verdad las mujeres de hoy en día son bastante fáciles y espero que Kendall sea igual, necesito follarla lo más pronto posible para así quitarme el antojo y no volver a verla nunca, no quiero seguir fingiendo algo que no soy sólo por ella.

Dejo el skate donde estaba y me voy a sentar, estoy sediento y tengo mucho calor así que me amarro el cabello en un moño.

-¿Quieres una cerveza? -a juzgar por la cara que pone y por como arruga la nariz deduzco que no bebe; me lo imaginé -¿Agua o refresco?