HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 1

- Lo siento tanto... lo que menos quería era hacerte daño...-inhale aire tratando de llenar mis pulmones, de esa manera podría contener las lágrimas, él se veía angustiado y su voz reflejaba solo dolor-por favor di algo...

- Ya-ya no me amas... ¿Por qué? ¿Qué fue lo que hice mal?-mis ojos se cristalizaban debido a las malditas ganas que tenia de llorar, pero no lo haría ¿para qué hacerlo? Si de todas formas el me dejaría-

- No busque esto... simplemente paso... me enamore de ella... ya no te amo (TN) _____...-cerré mis ojos dejando caer mis lágrimas, mi cuerpo se debilito y sentí solo deseos de morir-

Gire mi cuerpo con las fuerzas que me quedaban, ¿de que servía insistir? si en sus ojos había sinceridad y claros signos de no dar marcha atrás, él había elegido, se había enamorado de otra persona, dejo de amarme...

- (TN) ____ lo siento, en verdad... ojala algún día me perdones...

Escuche su voz a mis espaldas mientras me alejaba, ni siquiera pude darle un beso de despedida, ni decirle que él había sido lo mejor que me había pasado, el recuerdo que tenia de él era mirándome con lastima y diciéndome que se había vuelto loco por otra chica, solo días le había llevado darse cuenta que la amaba, nada lo detuvo, ni siquiera los meses que pasamos juntos y construimos lo que yo creía que una hermosa historia de amor.

2 AÑOS DESPUÉS

Todavía me despertaba pensando en él y deseando que nunca se hubiera ido de mi lado, tal vez no había sido buena idea guardas fotos de él, ni los regalos que él me había hecho, de echo eso había empeorado bastante esta situación. Después de el nunca más volví a tener citas, ni mucho a conocer otros chicos. No podía soportar que otros chicos intentaran estar cerca de mi o que intentaran coquetear conmigo, sentía que si accedía estaba siendo desleal, pero... ¿desleal con quién? ¿Qué estaba haciendo con mi vida? Ya habían pasado dos años desde que había terminado con mi primer y único novio ¿Por qué no podía intentar conocer otros chicos?

Me sentía sola y con depresión, estar sola era difícil, a veces anhelaba estar con alguien, sentir la presencia de alguien que me hiciera sentir viva, nunca había estado con un hombre, nunca me había entregado a alguien, aún era virgen y la idea de que estar con alguien cada vez se hacía más lejana ¿Quién querría estar con una chica que le huía a los hombres? Una chica que tenía miedo de que un hombre la mirase con ojos de deseo y lujuria, sinceramente no creía que algún día yo llegara a despertar eso en un hombre, mirándome al espejo me veía de la peor manera... ¡dios! Ese chico se había llevado todo de mí, hasta mi autoestima ¿Qué era lo peor que me podía pasar? Sola, sin un solo pretendiente, con mi autoestima baja y lo peor de todo esto... virgen... odiaba el hecho de aun no haber pasado por esta experiencia, si al menos ya habría estado con algún chico podría morir tranquila y quedarme sola, pero ese no era el caso, era una total inexperta en ese sentido y si continuaba siendo como era, con esta actitud, jamás lograría estar con un hombre. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del timbre de la puerta, salí de mi habitación para dirigirme a ella.

- ¿Lista para salir?-Krystal estaba apoyada sobre el marco de mi puerta-

- Si...-mi amiga me miro desde arriba hacia abajo y luego me miro con gesto de descontento-

- ¿Así iras?

- ¿Qué tiene de malo?-mire mis jeans, mis zapatillas y mi blusa-

- Vamos a un club nocturno, no al cine-explicó levantando su dedo índice- ¿tus padres ya volvieron de sus vacaciones?

- Todavía no ¿Por qué?

- ¡Genial! Así no te verán salir con ropa de zorr... eh... quiero decir con ropa sexy... ven-sonrió de manera picara y me arrastró hasta mi habitación donde puso de pies a cabeza todo mi armario hasta que encontró un vestido muy corto que me habían regalado para mi cumpleaños, jamás lo había usado-