HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 39

— Entonces dime ¿Que te dijo sobre mí? ¿Le caí bien, mal?

— Tranquilízate—tome los brazos de Luana tomando su mano para llevarla hasta el sofá de la sala, tome una porción de pizza y comencé a comerla ya que apenas había llegado de mi trabajo, y por cierto muerta de hambre—

— ¿Yyyyyy?—los ojos de Luana estaban a punto de salirse de sus orbitas a causa de la desesperación—¡cuéntame!—reí mandando mis ojos a rodar y trague mi trozo de pizza—

— Dijo que le agradaste mucho, me regaño porque no los presente antes—con cada cosa que decía Luana mordía sus labios emocionada con sus manos sobre su pecho—me pregunto si tenías novio, por tus gustos, tus pasatiempos...—el celular de ella comenzó a sonar, las dos nos quedamos en silencio, Luana busco su móvil y cuando se fijó en la pantalla comenzó a dar saltitos tapando su boca para no gritar—

— ¡Es el!

— ¿Qué esperas? Atiende—ella asintió y salió al jardín para tomar la llamada, desde la sala podía oír como reía y hablaba muy entretenida—

Aproveche que estaba sola para enviarle un mensaje a Leeteuk, ya le había escrito uno en cuanto salí del trabajo; pero aún no había respondido. El día de ayer no nos habíamos visto a causa de unas clases que estaba dando en la universidad a alumnos que venían de afuera de Seúl; era un curso corto de cinco días, por lo que él me había contado sabía que iba a estar atascado ahí la mayor parte del día.

"Imagino que debes estar muy atareado con las clases, aun así llámame aunque sea 2 minutos, necesito escuchar tu voz y saber que estas bien"

30 minutos pasaron y el aun sin responder, me vi tentada a llamarlo yo, pero tal vez interrumpiría algo importante así que me detuve y termine de comer la pizza que Luana me había traído, que por cierto todavía estaba en el jardín hablando con Henry por su celular.

Mi amiga estaba como loca porque tendría una cita con Henry, me sentí feliz por ella, para mí no habría nada mejor que mis dos amigos estuvieran juntos, creo que eran el uno para el otro.

Ya cerca de las nueve de la noche revise mi celular por si las dudas Leeteuk había respondido, fue completamente en vano, su trabajo lo tenía muy ocupado.

— ¿En qué piensas tanto?—levante mi mirada encontrándome con Luana que me miraba extrañada mientras servía dos platos de comida, ella estaba tan feliz que se había ofrecido a quedarse conmigo hasta que mis padres llegaran y de paso cocino—

— Leeteuk parece estar muy ocupado—respondí sin ganas tomando mi plato, yendo hacia el comedor—

— Es por esas clases que tiene que dar, ya sabes como es mi hermano, cuando se trata de sus clases no las interrumpe por nada, se centra por completo en ello. Cuando de desocupe seguro te llamara...—sonreí sintiéndome una tonta, solo habían sido unos tontos mensajes que no respondía, tenía que entender que su trabajo era muy importante para él, demasiado—

— Tienes razón, gracias Luana—le sonreí y comencé a comer la cena que ella había preparado—

Cuando ya estaba a punto de dormirme mi novio finalmente respondió, estaba muy cansado, pero decía que aun así adoraba su trabajo, algo muy típico en él, me sentí aliviada de tener noticias de él, saber que estaba bien lo era todo para mí.

En cuanto termine mi jornada laboral salí de la escuela y tome un taxi para ir directo a la universidad donde el daba clases, ya que no podríamos vernos muy seguido esta semana, sería una muy buena idea almorzar juntos, aunque sea unos breves minutos.