HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 47

Sus labios temblaron y pude distinguir como sus pupilas se dilataban, sus labios se entreabrieron y un jadeo escapo de su boca mesclado con un sollozo.

— Yesung...—susurro mi nombre con temor y al mismo tiempo sin fuerzas—

Volví a mirar su diario, la verdad que siempre estuvo oculta. Lo lance a un lado y salí de la habitación pisando atropelladamente las cosas que estaban tiradas en el piso.

Entre veloz al dormitorio que compartíamos con Lisa, desesperado comencé a dar vueltas y sujete con mis manos la parte inferior de mi cabeza, un desesperado y fuerte dolor de cabeza había aparecido nuevamente, sabía que tenía que hacer algo, pero no sabía cómo iniciar.

— Yesung...—me detuve mirando hacia la ventana, la voz de Lisa se oía llorosa. Me voltee quedando de frente hacia ella—déjame explicarte... por favor déjame explicarte...—su rostro era una mezcla de desesperación, pánico y debilidad—

— ¿Explicarme?—tome aire de manera dificultosa, podía sentir con claridad como el aire comenzaba a faltarme— ¿Qué más quieres explicarme? Todo estaba bien detallado en tu ¡maldito diario!

— Necesito...—limpio sus lágrimas acercándose a mí, retrocedí hacia atrás evitando todo contacto con ella—necesito decirte como fueron las cosas...

— No quiero oírlo...—grite sacudiendo mi cabeza—

— Yesung  yo te amo, te juro que te amo...

— ¡Ah!—grite girándome hacia mi escritorio. Sostuve las cosas que había allí y las arroje al piso, quería descargarme, golpearme a mí mismo por esta maldita vida que me había tocado vivir, la vida que yo elegí vivir por ser tan idiota. Lo único que se escuchaba en la habitación eran mis gritos de desesperación y las cosas que cain al piso y se rompían—

— Yesung por favor... detente, no hagas esto—sostuvo mi brazo intentando frenarme—tienes que escucharme...—tome su mano y las aleje de mi cuerpo, la mire por unos breves minutos sintiendo mi respiración agitarse cada vez más—

— Suéltame...—grite furioso provocando que ella me soltara y me miraba con temor y lágrimas en sus ojos—¡me mentiste todo este tiempo! ¡Jugaste conmigo siempre! te burlaste del amor que por ti sentía...

— No es cierto Yesung... yo te amo...

— Eso es mentira...—dije entre dientes mirándola con dolor y rencor—mientras yo te respetaba y trataba de ser perfecto para ti... tú te dejabas tratar como una puta por Joe...—Lisa cerro sus ojos con fuerza dejando salir más lagrimas—

— Perdóname... por favor perdóname... me equivoque y cometí el peor error de mi vida...

— ¡Maldita sea!—lleve mi mano hasta el espejo que estaba sobre el escritorio, arrojándolo al piso—mi vida se ha vuelto una mierda... ¡una mierda!

— Solo te pido que me escuches...

— ¿Por qué hiciste esto conmigo Lisa? ¿Por qué?—comencé a llorar como un idiota y se deje caer en el piso de rodillas—

— Yo...—se agacho quedando a mi altura—yo... nunca quise lastimarte...—sorbió su nariz y trato de aclarar su voz—era una maldita niña estúpida de 17 años... no sabía lo que hacía... yo te amaba, Joe solo fue un error. Muy tarde me di cuenta del estúpido error que cometí...

— Deja de mentirme...—dije más calmado mirando las baldosas del piso—tu amas a Joe, siempre fue el. Te vi cuando fuiste a al cementerio...—al oírme decir aquello comenzó a llorar con más intensidad, quería decir algo pero sus lágrimas no se lo permitían— ¿tienes idea de todo lo que eh hecho por ti?