HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 7

—Saluda al señor Kim Yesung, nuestro nuevo vecino... acaba de mudarse al frente de nuestra casa...—mis labios quedaron entre abiertos sin saber que decir, si antes sentía miedo ahora realmente estaba preocupada, muy preocupada— ¡(TN) _____! ¿No vas a saludar?—dijo mi madre algo incomoda al ver como no despegaba mis ojos de Yesung—

— ¿Qué tal (TN) ______? Olvidaste esto ayer en casa de Krystal...—en sus mano sostenía mis carpetas de la universidad—

— ¿Ustedes... se conocen?—pregunto mi madre confundida, mi padre me busco con su mirada—

— Olvide decirles que soy el primo de Krystal...—añadió Yesung—

— ¡Oh! Pues que bien... Krystal es muy querida por nosotros... es la única amiga de (TN) ____ —agrego mi padre sonriéndole a mi madre—

— Que pequeño es el mundo... ¿Por qué no nos dijiste nada hija?

— Acabo de verlo mama...—agache mi rostro, de por si era bastante incomodo tener sus ojos posados en mi—

— ¿Hija?—mi padre toco mi brazo al ver que estaba algo perdida en mis pensamientos— ¿no vas a agarrar tus cosas que el joven tan amablemente trajo hasta aquí?

— ¿Ah?—gire mi rostro para ver a mi papa, el levanto sus cejas notando mi extraña actitud, tenía que cambiar mi postura, no quería que ellos supieran porque me ponía así cada vez que lo veía—perdón... gracias...—estire mis brazos recibiendo mis cosas, al hacerlo el rozo sus dedos en mi mano haciendo que mi cuerpo se estremeciera—

— No es nada...—respondió el como si nada—

— Fue un placer conocerlo señor Kim—mi padre volvió a estrechar su mano con la de el—estoy de salida, tengo que trabajar...

— Cariño...—mi madre se acercó a mi padre—¿no vas a llevar a (TN) _____? Ya se le hizo tarde como siempre...

— ¡Oh! Lo siento hija... ¿puedes tomar un taxi? También se me hizo tarde, tengo miles de cosas que hacer y...

— No se preocupen... yo puedo llevarla... ¿si es que no les molesta?—intervino Yesung, mis ojos se entreabrieron ¡no! Todo menos eso...—trabajo en la misma universidad que (TN) ____, además ahora mismo tengo que ir por mi prima Krystal para llevarla a ella también...—se ofreció amablemente, como nunca antes lo había visto—

— ¡Oh! Muchas gracias... señor Kim—dijo mi madre totalmente agradecida—

— No.... No es necesario...—intentaba sonar desinteresada y no como en realidad estaba: muerta de miedo—yo... caminare, no es tan lejos y...

— Claro que o señorita...—mi madre tomo el suéter que yo había dejado sobre el respaldar de la silla y lo puso en mi brazo—ve con el primo de Krystal, no seas grosera... además siempre llegas tarde...

No pude discutir con ella, no pude negarme y ahora estaba aquí... subí al auto de Yesung en la parte del copiloto, el abrió la puerta de su lado haciendo mi cuerpo brincar del susto por el ruido que ocasiono al cerrar nuevamente la puerta. Apreté mis carpetas fuerte contra mi pecho, sentía tantos nervios de tan solo estar en un ambiente tan pequeño junto a él. Deje mis pensamientos de lado al darme cuenta que él tenía su mirada clavada en mí, gire de apoco mi rostro bueno como él se acerca lentamente ¡No! Otra vez no... pero esta vez me equivoque, vi como su rostro quedo a pocos centímetros del mío, el estiro su mano pasándola al seguro que estaba sobre la puerta de mi lado, asegurándose que estuviera puesto.

— Solo pondré el seguro, no queremos que te caigas ¿verdad?—baje mi mirada, no podía soportar mucho tiempo mantener nuestra miradas unidas. Él puso en marcha su auto, por suerte solo se limitó a conducir sin establecer conversación. Salimos del vecindario, el continuo por el camino que iba directo a la universidad, de inmediato voltee a mirarlo y a mirar hacia atrás ¿acaso había olvidado a Krystal?