HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 51

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Había despertado hace ya varios minutos, pero no quise moverme del lugar donde estaba. Me hallaba recostada en la cama con Yesung atrás de mí envolviendo mi cintura con sus brazos, sentía claramente su respiración en mi cuello. Si me movía seguro el también despertaría y se preguntaría ¿Por qué razón nos dormimos cada en un extremo de la cama y amanecimos así? También me pregunte lo mismo, pero no había llegado a ninguna conclusión exacta. Tal vez se sentiría incómodo y avergonzado, ya que era el quien se había movido de su lugar. Mire por la ventaba esperando a que el despertara y deseando que aquello sucediera rápido, me estaba sintiendo nerviosa y al mismo tiempo incomoda. De repente no solo escuche mis pensamientos en mi cabeza, Yesung estaba tatareando una canción, no tengo idea de cuál se trataba pero claramente lo estaba haciendo ¿estaría soñando? De lo contrario ya me habría soltado. Minuto después sentí como sus manos comenzaban a deslizarse por mi cintura quitándolas de ahí, oí sus pasos y luego una puerta cerrarse. Me levante con rapidez, me senté en la cama y estire mis brazos; busque mi celular y lo revise buscando solo algo, señales de Leeteuk, pero no había nada, solo algunos mensajes de Luana. Cerré mis ojos intentando tranquilizarme, no quería sacar mis nervios a flote pero parecía ser realmente imposible. No se trataba de celos, más bien se trataba de una cuestión de ego, sentía ira mezclada con dolor ante la reacción de Leeteuk, había cometido un error eso claro estaba pero lo que más me agobiaba era saber ¿porque no estaba tratando de solucionar las cosas conmigo? Mi lado malo quería verlo implorando por mi perdón, pero mi lado gentil solo quería verlo y que me explicara los hechos. Pero lamentablemente mi lado malo era mucho más fuerte y odiaba saber que suizas a él le importaba tres carajos y por eso no me había buscado y dejaba que me comiera la cabeza pensando cualquier estupidez ¿tan poco le importaba como estuviera yo ahora?

— ¡Maldita sea!—maldije en voz baja tirando mi celular sobre la cama—

— ¿Qué sucede?—no quise voltear a mirarlo, todavía observa con bronca ese maldito aparato— (TN) _____—se sentó en la cama frente a mi mirándome—

— Ni siquiera me ha llamado...—susurre apretando mis dientes con fuerza—

Yesung se sentó en la cama frente a mí, sentí su mirada posada sobre mí. Su mano fue hasta mi mejilla quitando el mechón de cabello que caía por medio de mi rostro.

— Tal vez algo paso y por ese motivo no pudo llam...—interrumpí sus palabras cuando me apegue a él pasando mis brazos por su cuello—

No sé porque lo hice, pero algo dentro de mi buscaba consuelo, aunque tal vez lo estaba buscándolo en la persona incorrecta. Cuando caí en lo que estaba haciendo los brazos de Yesung envolvían mi cintura. Tome aire bajando mis manos de su cuello por su pecho, empuje apenas su cuerpo para comenzar a distanciarme de él, pero entonces su mejilla y la mía chocaron, como si separarnos resultara imposible. Yesung subió sus manos hasta mi rostro ubicándolas a cada lado de mis mejillas y corrió su rostro haciendo rozar nuestras narices.

— Yesung...—susurre cuando nuestras respiraciones se mesclaron entre si—

Cerro sus ojos con fuerza y se separó de mi como así también se puso de pie, no quise levantar mi mirada, solo me quede allí esperando que el dijera algo o simplemente me dejara sola.

— Pediré algo para el almuerzo...—cuando alce mi mirada solo logre verlo de espaldas y después desapareció de mi vista—

Ninguno de los dos dijo nada respecto a ese incomodo momento, cuando el almuerzo llego nos sentamos sobre la alfombra para comer lo que el había pedido.

— ¿Qué es eso?—pregunte a ver un pequeño frasco entre sus manos del cual había extraído una píldora para llevarla a su boca—

— Me ayuda con los dolores de cabeza—respondí tomando un vaso de agua—