HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 23

Él ha cambiado, no, él no ha cambiado, su sonrisa es exactamente igual, sus ojos siguen siendo tan alegres como siempre lo fueron, su cabello revoltoso está un poco más corto pero aun así le queda muy bien, él ahora es como un hombre adulto.

La mesera se acercó hasta nuestra mesa dejando sobre esta nuestras bebidas, una coca-cola para mí y una SevenUp para él, esa siempre fue su bebida favorita ¿Por qué todavía lo recuerdo?

— ¿Que tal la universidad? ¿Cómo esta Krystal? ¿Todavía son tan unidas como siempre lo fueron?—cada vez que preguntaba algo sonreía, me sentía perdida, eran muchas preguntas y no sabía por cual comenzar— ¿tus padres están bien?

— La respuesta a todo eso en "bien" todo está bien, todo sigue igual que cuando te fuiste...—tome mi bebida y mire a través dela ventana, el día lucia exactamente igual al día que él se marchó, corría una brisa suave, típica de otoño—

— Te ves muy linda—volví a mirarlo, su comentario no era para nada agradable ¿Qué pretendía con todo esto?—hay algo que siempre me fascino de ti... esas pequitas en tus mejillas, te hacen la chica más hermosa que...

— ¿Y tu novia?—pregunte de repente, sus comentarios me estaban poniendo muy incómoda, no me esperaba esto de él, creo que en cierta parte todavía seguía dolida por su partida—

— Mi novia...—dijo levantando sus cejas y bebió de su vaso—termine con ella, hace mucho tiempo.

— Lo siento...—volví a mirar hacia la ventana, era extraño estar aquí frente a él, pensé que jamás lo volvería a ver—

— Tal vez te preguntes porque estoy aquí...

— Solo si tú quieres decirme...—el rio y volvió a tomar de su vaso—

— Termine mi carrera ya hace un año, estuve trabajando para capacitarme pero ya era momento de volver, quería volver a Corea... quería volver a verte a ti...—nuestras miradas se encontraron y sentí la calidez de sus manos junto a las mías, de inmediato las aparte poniéndome de pie—

— Tengo que irme—tome mis cosas y me levante de la silla—

— Pero... ¿ya? ¿Tan pronto?—él también se levantó mirándome sorprendido—¿podemos vernos después? Mañana quizás...

— No creo...—dije colocando mi bolso de manera inútil, mis torpes manos no ayudaban mucho—me da gusto saber que estas bien, pero tengo cosas que hacer. Adiós Kyuhyun...

— Ok... te llamare si no te molesta...—fue lo último que oí cuando salí con suma rapidez de esa cafetería—

Deje mis cosas sobre el piso de mi habitación, me senté en la cama comenzando a analizar todo lo sucedido esta tarde "Yesung y la secretaria" él y ella... no... Ni siquiera podía decirlo ni pensarlo que me sentía débil y sin fuerzas. ¿Qué más necesitaba saber para darme cuenta que el jamás dejaría de ser lo que siempre fue? Él no va a cambiar, tu aceptaste esa condiciones, ahora tienes que ajustarte a ellas... tome una almohada cubriendo mi rostro, dolía mucho, pero era cierto, aun así todavía mantenía una mínima esperanza de que todo lo que vi fuera mentira, era algo estúpido, lo sé, pero soportar esto era extremadamente difícil. Finalmente me quede dormida, el timbre de mi celular fue lo que me despertó, algo aturdida quite el almohadón de mi rostro, mire hacia la ventana ya era de noche. Mi celular dejo de sonar, tenía más de 3 llamadas perdidas de Yesung, me estaba llamando ¿Por qué? ¿Acaso la secretaria no lo había dejado satisfecho? A pesar de mi dolor todavía quería verlo, estar con él, sentir su presencia. Mi celular volvió a sonar, esta vez era un mensaje suyo.

"¿Vienes a mi casa? Te estoy llamando y no respondes, quiero verte"

"Voy en unos minutos"