Capitulo 20

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— ¿De qué vas a hablar? Ya me dijiste todo ayer...—me cruce de brazos esperando que dijera algo que me hiciera querer escucharlo—

— Pensé que tu sabias como eran las cosas y...

— ¿Qué dices?—grite cansada, además de tonta me creía adivina— ¿cómo querías que me diera cuenta que solo querías acostarte conmigo? ¿Que para ti solo servía para tener sexo? ¿Que para ti solo fui una mujerzuela mas con la que te acuestas? ¿Piensas que me doy cuenta de todo?

— Para mí nunca fuiste una mujerzuela—dijo en tono bajo, no quería gritar—

— Pues así es como me hiciste sentir... una más del montón, no te conformaste conmigo y por eso te fuiste en busca de otras mujeres e incluso la secretaria... ¿sabes cómo me siento?

— (TN) ____...

— No digas nada...—dije para que se callara, por dentro hacia un esfuerzo inhumano por no llorar—me haces sentir una tonta que ni siquiera sirve en la cama... ni siquiera eso...—agache mi mirada, en verdad eso parecía ser lo que más me dolía—te conté de mis miedos, tú los sabias y aun así me dices ¿cómo no me di cuenta que para ti no había amor? ¿Cómo pretendes que me dé cuenta de cómo funcionan las cosas contigo?

— No supe verlo... no sé qué más decirte...—hablo de manera calmada mirando mi expresión de dolor—

— Para ti es todo tan fácil... eres igual o peor que Suho

— No me compares con él...—dijo entre dientes, sin duda aquella comparación lo había molestado—

— ¿Cuál es la diferencia? A él le gustaba acosarme y quería atenerme a la fuerza, tu querías lo mismo pero fuiste más amable con tus palabra para conseguir exactamente lo mismo... hasta que por fin lo hiciste ¡yo no le veo la diferencia!

— ¿Qué quieres que te diga? —hablo ya perdiendo su paciencia—yo no soy el príncipe azul que toda chica espera, conmigo las cosas son así y aunque no quiera admitirlo frente a ti y a ti te duela... esto es lo que soy—se auto señaló mordiendo sus labios, despeinando sus cabellos en un acto de desesperación—

— Entonces ¿así son las cosas contigo?—pregunté para mí misma—solo nos acostamos y que tu puedas acostarte con todas las que quieras... una relación libre ¿es así?—Yesung entrecerró sus ojos, eso parecía ser un sí—¿y que hay si yo quiero estar con otros hombres?—Yesung levantó su mirada, su ojos se abrieron ampliamente asombrado—¿a ti no te molestaría?

— ¿Por qué te privaría? Jamás te prohibiría algo, ni a ti, ni a nadie...—hubiera querido que me dijera otra cosa, por más horrible que sonara, pero aquello no hizo mas que obligarme a hacer algo que luego lamentaría—

— Ok...—dije firme tragándome mis lágrimas e intentando verme fuerte—entonces, esto es lo que haremos...—di la vuelta y camine hasta mi habitación cerrando la puerta con llave, segundo después se escucharon golpes en la puerta, sus golpes—

— (TN) _____ ¿Qué estás haciendo? ¡Abre!—ignore a aquel hombre que hasta segundos amaba, ahora él había convertido en mi peor error, un error por el cual me lamentaría toda mi vida—No me iré de aquí hasta que no abras... ¡abre! Deja de comportarte así!—volvió a gritar, pero esta vez no cedería, ya estaba decidida—

— ¿Donde esta?—dije en voz baja buscando en mi aramio—¡justo!

Lo había encontrado, era un vestido corto que ni siquiera se asomaba a mis rodillas, en otro momento jamás habría ni siquiera pensado en ponerme esto, era un regalo de Krystal, era de esas prendas que mostraban demasiado. Termine de ajustarlo a mi cuerpo, me quedaba muy ajustado la parte de arriba y suelto la parte de abajo. Tenía un escote muy pronunciado, solté mi cabello, me puse unos pendientes de plata, regalos de mis padres y unos zapatos que por fin estrenaría, eran negros todos cubiertos de glitters y eran tan altos que no sabía cómo demonios haría para caminar. Un poco de maquillaje, en mi rostro, rímel en mis pestañas y también delineador, una sombra muy natural y mis labios de un rojo intenso. Estaba lista, esto era lo que quería, tome una chaqueta y decidí abrir la puerta, el seguía allí de pie solo que apoyado en la pared. No me importo ni siquiera como me miro, solo sé que no podía quitar sus ojos de mí.

HASTA QUE EL APARECIÓ   (con Yesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora