Capitulo 26

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Salí apresurada del auto ¿en verdad estaba aquí? Las olas del mar se movían lentamente, por aquí corría un aire muy particular, olía a agua fresca, me encantaba estar aquí. Extendí mis brazos sintiendo todo el aire atravesar mi cuerpo, se sentía muy bien. Caí sentada sobre la arena, disfrutando de este bello día soleado y fresco a la vez, era de esos días que disfrutaba demasiado.

— No pensé que te gustara tanto el mar...—Yesung se sentó a mi lado—parecías una niñita pequeña.

— Es uno de mis lugares favoritos...—admití—¿Qué es eso?—Sobre sus piernas tenía un pequeño recipiente con tapa cubierto por un paño que parecía ser de cocina—

— Comida...—dijo como si nada, abriendo y dejando ver su contenido—espero que te gusten las croquetas de papas rellenas de queso...—tomo una ofreciéndomela y otra la llevo directo a su boca de un solo bocado—queso cheader, mi favorito...—mire las bolitas medianas de papa rebosadas en pan rallado, creo que mis ojos estaban tan entreabiertos que Yesung se echó a reír—sí, yo mismo lo hice...

Entrecerré mis ojos mirándolo concentradamente, en otras ocasiones lo había visto sonreír, pero no de esta manera, parecía que algo le divertía en realidad, hasta podría jurar que estaba contento ¿y por qué no feliz?

— Están deliciosas...—hable con la boca llena, tomando mas bolitas de papa—

— ¡Oye! No te las acabes...—bromeo agarrando más bolitas con su mano, mientras que yo me limitaba meter todas las que podía en mi boca riendo junto a el—ten...— ¿estaba ciega o qué? Tampoco había observado que había traído una botella pequeña de Coca-Cola. Sirvió un poco en un vaso y lo dejo en mis manos. Cuando él sirvió más bebida para poder tomarla el, tuve una idea muy divertida, con mi mano golpee la base del baso provocando que todo el líquido se derramara sobre el—

Comencé a reír sin poder parar, el levanto su mirada, sus ojos parecían oscurecidos, y por un momento pensé que tal vez esto podría haberle molestado.

— Lo sien...

— ¡Escapa si puedes!—tomo la botella de gaseosa destapándola, solo quedaba un poco, cuando vi lo que se proponía comencé a correr, el corrió detrás de mí, riendo al igual que yo, intento derramar el líquido sobre mí pero no lo logro, fue un motivo más para que no dejara de reír a carcajadas. Continúe corriendo hasta que el logro alcanzarme, me tomo de mi cintura y me llevo a orillas del mar, sus pies se mojaron completamente, grite pataleando, pero a él no le importó en lo más mínimo, se adentró al mar hasta donde el agua llegaba hasta un poco más arriba de sus rodillas, me tomo fuerte de mi cintura y se sumergió en el agua conmigo entre sus brazos. Creo que trague un poco de agua, pero no me importo fue tan divertido, creo que muy pocas veces había experimentado este tipo de diversión. Me separe de él y comencé a salpicarlo de agua, los dos comenzamos una lucha por ver quien salpicaba más con agua al otro, parecía que se trataba de dos niños pequeños jugando en el mar.

— ¿Estas mintiendo verdad?

— ¡Claro que no!—rio mirando mi cara sorprendida—cuando era niño soñaba con eso, ser una estrella de música...—admitió de lo más natural, me costaba tanto creer que un hombre como el, hubiera tenido esos sueños, él era tan... serio—luego ese sueño se fue disolviendo y entre a la universidad y otras cosas, me olvide de aquello... pero, creo que habría sido bueno...

— También yo lo creo...—dije sonriendo, él se quedó mirando mi rostro por unos segundos, comencé a preguntarme si tal vez tenía algo en mi cara, o tal vez solo era mi cabello despeinado lo que llamaba su atención. Pero como nunca sonrió de manera muy tierna—

HASTA QUE EL APARECIÓ   (con Yesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora