HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 29

De todas las cosas que jamás en vida quise pronunciar, ni vivir, esta era una de ellas ¿con que propósito el destino permite que vea esto? Si quería que desistiera de él, podría aceptar lo que sea, gritos, maltratos y golpes para que me rindiera y lo dejara ir, pero no esto, todo menos esto.

Lisa se soltó del brazo de Krystal y sin pensarlo más se echó a correr a sus brazos, los brazos de Yesung, la reacción de él no fue muy diferente a la de ella, avanzo unos pasos hacia ella y cuando por fin la distancia entre ellos acabo, un abrazo los unió.

Mordí mis labios con fuerza, mientras observaba a aquellos dos, Los ojos de Yesung estaban cerrados en una extraña expresión de melancolía, podría jurar que por su mente cruzaban miles de recuerdos de ellos dos juntos, el reencuentro más temido por fin había sucedido.

— Vamos—susurro Krystal a mi lado, pero por más que lo intentara sentía que mis pies no querían avanzar, aun cuando sentía que mi corazón estaba rompiéndose en miles de pedazos, aun así quería quedarme allí presenciando aquella escena—será mejor que los dejemos solos... démosle un poco de privacidad—sonrió en complicidad tirando de mi brazo—

Aun me costaba caminar y sentía que lo único que me empujaba a caminar eran el andar de Krystal.

— Creo que todo funciono como lo planee...—rio muy conforme, parpadee tratando de aclarar mis pensamientos y mire a Krystal—

— Tu... ¿tu planeaste esto?—arquee mis cejas tratando de comprender lo que ella estaba diciéndome ¿ella había ocasionado esto intencionalmente? ¿Por qué? Quise reprocharle y gritarle ¿Por qué me hacía esto? La respuesta era muy evidente, ella no sabía nada acerca de lo que había pasado entre Yesung y yo, es más ni siquiera se le pasaba por la cabeza aquello—

— Así es, le pedí a Yesung que pasaran por mí al centro comercial. Y como él es tan amable conmigo vino sin decir nada, quería que él y Lisa se reencontraran y por fin lo hicieron...

— ¿Por qué?—susurre volteando mi mirada hacia otra parte. No se cómo aun ella no había notado mi estado casi melancólico. Claro ella estaba feliz por su otra mejor amiga—

— Hay algo que no sabes...—hizo un pausa de solo unos segundos y continuo—ella y el tuvieron una historia muy bella y a la vez muy trágica. Estuvieron muy enamorados, todos pensábamos que terminarían casados, pero lamentablemente no fue así, por cosas del destino se separaron, sus padres se la llevaron a otro país, y Yesung... se quedó aquí...

— ¿Qué tiene eso de trágico?—pronuncie mostrando desinterés, ella rio algo nerviosa, iba a mentirme, lo sabía—

— Que... dos personas que se amaban terminaron separándose... eso es muy trágico ¿tú no lo crees?—me quede callada sin decir nada—pero ahora volvieron a reencontrarse, creo que Yesung estaba a punto de llorar por volver a verla, estoy segura que esos recuperaran el tiempo perdido...—rio cubriendo su boca, como si habría dicho algo inadecuado—hacen una bonita pareja ¿no lo crees? Ella es hermosa y el...

— Me voy...—dije de golpe soltándome de su agarre, ya había sido suficiente por el día de hoy, no quería oír más hablar de ella, ni de el—adiós...

— ¿Qué? ¿Por qué?—agarro mi bolso haciendo que me detuviera—pero aún no hemos ido a la perfumería y...

— ¡Basta Krystal!—grite ya perdiendo la paciencia, estaba harta de que me manejara a su antojo, o tal vez estaba harta de darme contra una pared y terminar desilusionada. Krystal me miro sorprendía por el tono en el que le hablaba—me trajiste aquí en contra de mi voluntad, odio las compras y lo sabes...