HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 33

Finalmente la universidad había terminado, una nueva etapa de mi vida comenzaba, aunque estaba en vacaciones había presentado algunos currículos en algunas escuelas como profesora de Historia, sabía que no sería nada fácil, ya que apenas estaba graduada, pero esto se trataba de perseverar hasta conseguir lo que añoraba.

— ¿Qué estás haciendo?—mama entro a mi habitación sentándose en mi cama, mirándome escribir en mi computadora—

— ¡Nunca creerás esto!—exprese emocionada terminando de teclear los últimos detalles—

— Cuéntame, entonces...—ella arqueo sus cejas con mucha curiosidad, gire mi silla quedando frente a ella—

— Acabo de inscribirme en un curso de capacitación, son solo cinco clases semanales ¡¿No es genial?!—Mama sonrió mirándome tiernamente, como si fuera una niña que estaba jugando con su juguete nuevo—

— Y puedo adivinar que eso te facilitara conseguir trabajo como maestra ¿verdad?—asentí emocionada juntando mis manos—

— ¡Exactamente! Me darán puntos extras al finalizar el curso, es una oportunidad única.

— Me alegro por ti hija, sé que lo harás muy bien.

— Gracias mama, pero eso no es todo. Dicen que el profesor es un hombre muy reconocido, dicta clases en algunas universidades, parece ser muy popular.

— ¿Y cómo se llama ese famoso profesor?

— Mmm... Prat... Prak...—rodee mis ojos girando mi silla para volver a ver la pantalla de la computadora y poder leer correctamente el nombre de quien sería mi profesor— ¡Oh! Es Park Jung Soo ¿no te parece el nombre de todo un señor mayor y distinguido?—mi madre se echó a reír meneando su cabeza—

— Es un nombre interesante, lo admito, pero quizás sea un hombre joven—hice una mueca tratando de pensar en que tal vez sería un hombre joven, pero me parecía imposible—

— No lo creo, te apuesto a que es un hombre de la edad de papa...

— Quizás, tendrás que esperar a tu primera clase para saber cómo es, por cierto ¿Cuándo comienzan ese grandioso curso?

— El lunes, exactamente dentro de 6 días ¡que emoción!—sonreí apretando mis labios—

Me había levantado muy temprano, creo que era la emoción lo que no me dejo dormir, hasta había tenido tiempo de darme un baño de varios minutos para poder relajarme. Revolví mi armario buscando algo lindo que me agradara y me hiciera sentir cómoda, pero nada parecía gustarme, definitivamente necesitaba urgente hacer compras y renovar mi closet, algo de una chica más madura y adulta. Finalmente opte por un jean ajustado color azul, unos zapatos bajos, una remera pegada a mi cuerpo y encima un blazer. Deje mi cabello suelto, recogí mis cosas y salí hacia afuera para esperar mi autobús. Mama y papa me desearon suerte al verme salir de casa, creo que las ganas que tenía por salir adelante era muy visibles en mí, tal vez estaba aprendiendo a olvidar esas malas experiencias por las cueles tuve que pasar. Sabía que había sido mucha ayuda el ya no verlo más, no tener que mirarlo cada segundo de mi vida, creo que así era más fácil, pero a pesar de todo tengo miedo, temo algún día volver a verlo, no tengo idea de lo que sentiré al verlo, de lo produciría en mí al tenerlo frente a mí. Quiero creer que al pasar el tiempo lo iré olvidando, cada día un poco más y si algún día vuelvo a verlo, me gustaría poder mirarlo a la cara con valentía y ya no tener sentimientos por él, es todo lo que deseo en mi vida.

Entre al edificio donde se dictaba en curso, había algunas personas allí también, mire hacia todos lados buscando cual sería el salón a donde tenía que dirigirme, gire mi cuerpo mirando todo el establecimiento, cuando me disponía a avanzar hacia adelante algo inesperado sucedió.